Cascos Blancos en Siria: zonas oscuras

Cuando leí la iniciativa 1 de solicitar el premio Nobel de la Paz para una organización civil siria dedicada al rescate de personas en bombardeos, los llamados Cascos Blancos, me sumé entusiasmado a ella y la propagué por las redes sociales a mi alcance. Lo mismo hice con el dramático vídeo del niño Omran.

Sin embargo, escarmentados como estamos de ser utilizados, engañados y manipulados –y más en el caso de la guerra de Siria–, investigué un poco en la red ambas historias y he encontrado una página que las nominan, con argumentos sólidos, más que a nobel a mero, incluso a veces burdo, material de propaganda.

Hay que tener en cuenta que estas historia proceden de lo que llaman, con escandaloso eufemismo, «oposición moderada» al dictador Assad, quizá, como siempre repito, porque ‘sólo’ son culpables de la destrucción de Siria, de haber desencadenado la guerra civil que la asuela y de haber propiciado la aparición y la barbarie del ISIS.

La página que pone en tela de juicio las historias es ‘Moon of Alabama’, un blog que el bloguista alemán Bernhard comenzó el 30 de junio de 2004, que en 2009 anunció que está dando la últimas boqueadas, pero que, al parecer, en 2016 sigue gozando de buena salud. Con un título inspirado por la Canción de Alabama de Brecht, su subtítulo, ‘Donde los parroquianos [de bar] están juntos’, sugiere una comunidad de lectores disconformes con la información servida por el ‘mainstream’ mediático.

El lector curioso puede visitar su página y decidir qué credibilidad le otorga. Adelanto que el blog es objeto de descalificación de poderes establecidos, blanco de hackers y admiración de, por ejemplo, personalidades como Helena Cobban.

Le dejo al lector, los ‘posts’ que escribí en mi muro de Facebook sobre la cuestión: el primer texto:

«De mi cartera

“19/08/2016

“Malditos, malditos, malditos

“Me enternece la imagen del pequeño Omran, superviviente de un bombardeo sobre Alepo de fuerzas rusas y sirias, sorprendido en su dolorosa devastación por el tacto tan suave de la tapicería del sillón donde lo han sentado –para cosificarlo como objeto de propaganda–, sobre la que pasa una y otra vez sus manos, olvidándose de sus heridas y de su profunda soledad.

“Y me estremece el coincidente informe de Amnistía Internacional que asegura que «Al menos 17.723 personas han perdido la vida en cárceles del régimen sirio desde que comenzara el conflicto en marzo de 2011», según los testimonios de una cincuentena de presos y, dicen, los cálculos de «unos científicos» (por eso, quizá, son 17.723 y no 24 ni 22: suena tan ridículo…, es una ‘explicación’ tan sospechosamente parecida a las que proporciona el ministerio español de Interior…).

“Pero, por encima de la ternura y el estremecimiento, me indigna que ambas cosas aparezcan justo en el momento en que los que llaman «oposición moderada» al dictador Assad esté a punto de ser derrotada, de perder el último bastión que les queda y de que queden cortadas sus vías de suministros de armas y vituallas. Es decir, en vísperas de que desaparezca ésos que llaman «oposición moderada», quizá, como siempre digo, porque ‘sólo’ son culpables de la destrucción de Siria, de haber desencadenado la guerra civil que la asuela y de haber propiciado la aparición y la barbarie del ISIS—. Ésta gentuza y sus apoyos son los responsables de esa imagen patética de Omran, ‘sabiamente’ utilizada para conmover al mundo y que Rusia y Siria accedan a un alto el fuego humanitario que permita la evacuación de inocentes –todos los que no van armados física e intelectualmente…– y la llegada de ayuda, aun siendo conscientes de que lo que persigue todo el montaje es un respiro a los “moderados” rebeldes, que no dudarán en aprovecharlo para prolongar la guerra.

“Y es tanto más indignante cuando hace sólo tres días informábamos de los bombardeos de Arabia Saudí sobre Yemen. Decía en un ‘post’ profético:

“»Oigo (Onda Cero) que este bombardeo es el último de los «más de cien sobre instalaciones médicas» que ha perpetrado el repugnante régimen saudí desde que comenzó las hostilidades contra Yemen.

“»Es vergonzoso el silencio de la comunidad internacional, la que se rasga la vestiduras cuando las tropas ruso-sirias bombardean las bases de lo que llaman los «rebeldes moderados» –moderados porque ‘sólo’ han desencadenado la guerra civil y dado lugar al ISIS; los franquistas sirios, diríamos (por joder)–» [16 de agosto a las 13:32]…

“Lo que no sé es qué pinta Amnistía Internacional en esta burda operación. Si son sinceros (aunque ridículos en su exposición), colaboracionistas o sorprendidos y aprovechados oportunistamente en su buena fe. Ellos sabrán.

“Ignacio Fontes.

Y la nota posterior poniendo sobre aviso a los lectores tras conocer las objeciones, nada radicales, de ‘Moon of Alabama’:

“PODRÍA SER MENTIRA

“El artículo que enlazo sostiene que tanto la foto del pequeño Omran como las de los Cascos Blancos podrían ser mero material falso destinado a la propaganda.

“Seguiremos atentos”.

Enlaces:

Cascos Blancos de Siria reciben apoyos para el Nobel de la Paz

 

 

Ignacio Fontes
Ignacio Fontes de Garnica (Lo Pagán, Murcia, julio de 1947) es periodista y escritor. Su último libro publicado es 1937: el crimen fue en Guernica (Ed. Foca, 2014) y actualmente​ prepara la edición de un libro de poemas, La baya roja (Haikus de las cuatro estaciones), para Huerga & Fierro.

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