Compositores, autores audiovisuales o artistas visuales de toda Europa se están uniendo para que se les escuche y poder garantizar que la Unión Europea (UE) les permita vivir de sus obras, informa la Sociedad General de Autores de España (SGAE)
El Comité de Asuntos jurídicos del Parlamento Europeo adoptó el 20 de junio de 2018 un informe esencial sobre la Directiva de Derechos de autor en el mercado único digital que aclara y confirma la responsabilidad por los actos sujetos a derechos de autor de servicios como YouTube y Facebook. Sin embargo, las mismas compañías están organizando una enorme campaña de prensa, encabezada por el Partido Pirata y desarrollada por organizaciones directa o indirectamente financiadas por dichas compañías tecnológicas para oponerse a esta regulación en la votación en sesión Plenaria que tendrá lugar en Estrasburgo el próximo 5 de julio de 2018.
Estas empresas se niegan a pagar a los autores de forma justa por los contenidos que ponen a disposición del público a través de sus plataformas. De esta forma, los autores son despojados del valor que generan sus obras en beneficio de los intereses comerciales de las plataformas (el fenómeno denominado Transferencia de Valor). Además, estos servicios son en la actualidad la principal vía de acceso a las obras, por lo que distorsionan el mercado digital en su conjunto, obteniendo una posición de ventaja frente a negocios digitales legítimos con los que compiten. El texto adoptado en el Comité la semana pasada aclara que dichas plataformas son responsables y deben remunerar a los autores de forma justa y equitativa, actuar como socios en este mercado y crear así un mercado en condiciones equitativas para todos los servicios.
Los creadores de toda Europa, ya sean compositores, autores audiovisuales o artistas visuales, se están uniendo para que se les escuche y poder garantizar que la UE les permite vivir de sus obras [1]. Más de 32.000 han firmado la petición que sigue a la que ya firmaron en su día autores de enorme prestigio mundial, como Pedro Almodóvar, Jean-Michel Jarre, Agnieszka Holland, David Guetta, Ennio Morricone, Klaus Meine y Mikis Theodorakis, entre otros muchos.
Un grupo de firmantes, en su mayoría nuevos talentos europeos como Borislav Milanov, César Sampson, Tom Kestens, Frans Bak, Pernille Rosendahl, Hind Hakki, Kari Saarilahti y Emmanuel Da Silva, por citar algunos, así como autores de amplia trayectoria profesional como Jean Michel Jarre y Daniel Barenboim, se reunieron el martes 26 de junio de 2018 con miembros del Parlamento Europeo para defender el futuro de sus carreras profesionales y artísticas en Europa, para asegurar que Europa siga siendo la cuna de la diversidad cultural para todo el mundo, y pedir a los eurodiputados que voten de forma positiva la semana que viene.
Expresaron en particular su gran preocupación por la operación extremadamente agresiva que están desarrollando los gigantes tecnológicos bajo el pretexto de la libertad de expresión, un principio fundamental que es esencial para los autores, pero que está siendo distorsionado por dichas empresas y por el Partido Pirata para favorecer sus propios intereses comerciales.
Un equilibrio justo y una remuneración equitativa
En los últimos años, numerosos autores de la SGAE han pedido un equilibrio justo y una remuneración equitativa para los creadores en el ámbito digital. En este sentido, en una campaña de sensibilización iniciada en el mes de mayo de 2017, Álvaro Urquijo declaraba que “el reparto es muy desigual” y reclamaba “justicia y solidaridad para que no se apague el arte”. David Summers subrayaba la necesidad de que se reconozca el trabajo de los autores en el mercado digital: “Los contenidos que generamos y nuestras creaciones generan enormes beneficios a las grandes plataformas digitales. Esos beneficios a nosotros, los autores, no nos llega prácticamente nada”.
Miguel Ríos manifestaba que los autores europeos luchan “contra unas corporaciones gigantescas que abusan de su poder hegemónico para beneficiarse del talento de los creadores”. Pedro Guerra reivindicaba “un reparto más equitativo de los beneficios que se generan en el mundo digital, tanto en redes sociales como en plataformas digitales”. Zahara exponía que estas redes sociales “se benefician de los contenidos de los creadores” y solicitaba que este valor aportado “fuera reconocido”. Y Jorge Pardo apuntaba que la tecnología “propone nuevas plataformas y modos de difusión, pero no se puede instaurar un terreno selvático y sin ley”.
Recientemente era la soprano Pilar Jurado, que acudió a Estrasburgo para explicar la situación actual que viven los autores en el entorno online, quien afirmaba que está en juego “la sostenibilidad de todas aquellas personas que dedican su vida a crear contenidos artísticos, la diversidad cultural, miles y miles de puestos de trabajo y el futuro de las nuevas generaciones de creadores”.
Conviene recordar que la Declaración Universal de los Derechos Humanos (DDHH) contempla en su artículo 27 que toda persona tiene derecho a la protección de los intereses morales y materiales que le correspondan por razón de las producciones científicas, literarias o artísticas de que sea autora.
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