David Grossman galardonado con el Man Booker International Prize

El escritor israelí David Grossman ha recibido en Londres, el prestigioso galardón británico Man Booker International Prize –recompensa para una obra extranjera, traducida y publicada en el reino Unido-  por la novela “Un caballo entra en un bar” (“A horse walks into a bar”), novela de 2016 todavía no publicada en España, definida como “”un doloroso retrato de la sociedad israelí”. Grossman es el primer escritor israelí que consigue este premio.

david-grossman_un-caballo-entra-en-un-bar David Grossman galardonado con el Man Booker International PrizeEl jurado ha premiado al autor de títulos imprescindibles como «Gran cabaret», «La memoria de la piel» o «Lo que el cuerpo sabe», porque con esta novela Grossman ha “intentado un ambicioso acto de alto voltaje, con éxito (…) Nos ha asombrado la voluntad de Grossman de arriesgarse tanto emocional como estilísticamente: cada frase cuenta, cada palabra es importante en este ejemplo supremo del oficio de escribir”.

«Un caballo entra en un bar», el comienzo de chiste cuyo final no conocerá el lector, es la primera novela escrita por David Grossman desde la muerte de su hijo Uri, ocurrida en 2006 mientras cumplía el servicio militar en Líbano y le alcanzó un misil antitanques, una tragedia que ocurrió el 12 de agosto de aquel año, en vísperas de que el chico cumpliera 21 años y cuando el escritor terminaba la novela «Lo anuncia una mujer que huye», galardonada en Francia con el Premio Medicis en 2011, tampoco traducida todavía al castellano. Desde entonces, solo había publicado «Caído fuera del tiempo», un poema para varias voces que narra la muerte de un hijo,.

El pueblo de los «sin nombre», porque no existe ninguna palabra para designar a quienes han perdido un hijo,  “avanza en coro en este poema polifónico que remueve los recuerdos y las quimeras, los remordimientos y las rabias, y encuentra un refugio supremo en la lengua”  (Marine Landrot, Télérama). Habla una mujer privada de la “carne de su carne”: «He estado como recortada/ con unas tijeras agudas/ En la imagen de mi vida/ el hielo de la soledad/ y de la nada/ ha venido a quemar/ mis miembros/ Porque he estado tocada/ he estado infectada/ por la escarcha/ del azar”.

David Grossman y la traductora de la novela premiada, Jessica Cohen, se han  repartido las 50 000 libras esterlinas (57 000 euros) del premio Man Brooker. La señora Cohen ha entregado su parte a la asociación B’Tselem, que desde hace más de treinta años se ocupa de documentar las violaciones de los derechos humanos en los Territorios Palestinos ocupados por Israel desde hace medio siglo, una de las “bestias negras” del gobierno israelí, considerado como el más derechista de la historia del país.  David Grossman es uno de los miembros del consejo de personalidades de B’Tselem.

Nacido en Jersualén el 25 de enero de 1954, David Grossman es una de las figuras más reconocidas de la actual literatura israelí, autor de novelas, ensayos y relatos juveniles. Sus obras están traducidas en una treintena de lenguas. Estudió filosofía y teatro en la Universidad de Jerusalén, trabajo como corresponsal de la radio nacional israelí, Kol Israel, presentado un programa infantil entre 1970 y 1984. Su obra “Duelo” fue la primera función teatral radiada en el país. La celebridad internacional le llegó con la novela “El viento amarillo”, donde describía el sufrimiento de los palestinos con la ocupación israelí, y que le valió ser acusado de “traidor” por el primer ministro  Isaac Shamir. Actualmente vive en Mevasseret Zion, cerca de Jersusalén. El 10 de agosto de 2006, cuarenta horas antes de la muerte de su hijo, publicó en el diario Haaretz, junto con los escritores Amos Oz y Abraham Yehoshua, un llamamiento al gobierno israelí –que después explicaron en una rueda de prensa-  pidiéndole que aceptara el alto el fuego como base para llegar a una solución negociada en el conflicto.

En 2015, David Grossman, cercano al “Campo de la Paz” ( movimiento de organizaciones que apoyan soluciones para conseguir una paz definitiva entre palestinos e israelíes), retiró su candidatura al Premio Israel, el más prestigioso del país, después de que el primer ministro Benjamin Netanyahu decidiera prescindir en el jurado de tres miembros críticos con su gobierno y acusara al comité de selección del jurado de “nombrar en los últimos años a personas cada vez más extremistas y antisionistas”.

Grossman anunció la retirada de su candidatura “como respuesta a la campaña de intimidación del Primer ministro contra algunos de los mejores científicos y artstas israelíes”.  Junto con Grossman se retiraron todos los miembros del jurado del Premio Israel de las letras y otros varios escritores candidatos, según contaba el diario británico The Guardian en aquellos días.

Mercedes Arancibia
Periodista, libertaria, atea y sentimental. Llevo más de medio siglo trabajando en prensa escrita, RNE y TVE; ahora en publicaciones digitales. He sido redactora, corresponsal, enviada especial, guionista, presentadora y hasta ahora, la única mujer que había dirigido un diario de ámbito nacional (Liberación). En lo que se está dando en llamar “los otros protagonistas de la transición” (que se materializará en un congreso en febrero de 2017), es un honor haber participado en el equipo de la revista B.I.C.I.C.L.E.T.A (Boletín informativo del colectivo internacionalista de comunicaciones libertarias y ecologistas de trabajadores anarcosindicalistas). Cenetista, Socia fundadora de la Unió de Periodistes del País Valencià, que presidí hasta 1984, y Socia Honoraria de Reporteros sin Fronteras.

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