La Esclerosis Lateral Amiotrófica apartó a Carlos Matallana del periodismo deportivo hace algo más de cuatro años. El que fuera coordinador de Deportes del diario El Confidencial, inició un blog en donde contaba qué era la terrible enfermedad que le iba a dejar postrado para siempre; hoy la vida le ha devuelto su esfuerzo y ficha en un club de fútbol.
Lo que para algunas personas es un shock en estado puro, para Carlos no ha sido otra cosa que luchar contra la ELA desde el primer minuto. Una enfermedad que mata al paciente en unos cinco años, relata, y cuyo desarrollo es bastante cruel, paralizando poco a poco al enfermo, anulando su capacidad de comunicación y finalmente, su capacidad para respirar eso sí, mientras su actividad intelectual sigue intacta y sigue consciente de todo cuanto sucede, añadía en el texto.
Una de sus prioridades ha sido desde su inicio, pelear sin descanso, no solo por mi, decía, sino por los demás, los que vengan detrás decía en su libro, Mi batalla contra la ELA. Voy a intentar explicar qué me ha sucedido.
Carlos Matallana además fue exjugador del Rayo Majadahonda y su combate contra la enfermedad ha sido un ejemplo a seguir por muchos de sus fans; hoy pacientes como él que siguen luchando para que la vida no les sea arrebatada por la ELA. A sus 37 años, su sueño se ha visto cumplido ya que ha fichado por el Fuenlabrada club de fútbol como analista. Un segundo entrenador que seguirá trabajando día a día a pesar de estar con un respirador desde 2016. Su visión del fútbol, de la vida y del esfuerzo, hará sin duda que el club progrese y obtenga los resultados que se han propuesto para esta temporada.
La Esclerosis Lateral Amiotrófica (ELA) es una enfermedad neuromuscular que cursa con una degeneración selectiva de las motoneuronas , las encargadas de innervar los músculos implicados en el movimiento voluntario. La consecuencia es una debilidad muscular progresiva que avanza hacia la parálisis total del enfermo viéndose afectadas también la capacidad de hablar, masticar, tragar y respirar. Por otro lado funciones como la sensibilidad y la inteligencia no se ven afectados y tampoco los movimientos oculares ya que se trata motoneuronas que poseen más resistencia. Cada año se diagnostican 2 casos de ELA por cada 100.000 habitantes que en España vendrían a ser unos 900 casos nuevos cada año. La esperanza de vida después del diagnóstico es de 5 años para el 80% de los pacientes y la evolución de la enfermedad puede variar mucho de un afectado respecto a otro.