La recuperación económica provoca que las empresas se interesen por hacer más inversiones en las ciudades más grandes donde pueden seguir desarrollando su potencial. Por ello, el alquiler de oficinas en Barcelona se ha incrementando de una manera considerable este año 2019.
Los principales expertos inmobiliarios aseguran que con el ritmo tan trepidante que se ha llevado durante los primeros seis meses del año, las contrataciones se situarán a niveles precrisis. ¿Sorprendente?
En la ciudad condal las contrataciones se disparan
2019 se ha convertido en un gran año para la capital catalana porque las contrataciones aumentan y recuerdan a los mejores años de bonanza, olvidando por completo las épocas más críticas.
Un primer semestre de subida
Han sido unos meses de vértigo para Barcelona y lo han sido porque en total se han contratado 251 250 metros cuadrados. Sin embargo, la mayoría de las contrataciones se realizan en los espacios flexibles o conocidos popularmente como coworking donde los operados acaparan un 16 % de la contratación.
Grandes contrataciones pero de espacios pequeños
Sí, han habido grandes contrataciones pero la inmensa mayoría son de espacios que no son tan grandes. De hecho, lo más habitual es el arrendamiento de oficinas menores a 500 metros cuadrados.
Cabe añadir que, los datos demuestran como de las operaciones que se han realizado en el segundo trimestre de 2019 tan solo quince superan los 2000 metros cuadrados. Además, solo el 18 % de los contratos que se han firmado son de superficies entre 1000 y 2500 metros cuadrados y tan solo el 11 % corresponde a superficies entre 2500 y 5000 metros cuadrados.
La gran consecuencia: escasez de espacios libres
Los datos muestran y demuestran que la situación se asemeja a los años del boom inmobiliario y lo confirman con la previsión de los 450 000 metros cuadrados contratados con los que se acabará el año.
La gran consecuencia, efectivamente, será la escasez de espacios libres. De hecho, solo el 5 % estará disponible en las principales zonas empresariales como la prime, la centro y, por supuesto, el distrito innovador 22@.
En definitiva, Barcelona vive un año magnífico en cuanto a movimientos inmobiliarios que la convierten en una de las ciudades del estado más competitivas y con una gran proyección internacional. Eso sí, no se puede pasar por alto otras ciudades españolas como Madrid que vive uno de los mejores años desde 2005, y otras de tamaño medio que atraen nuevos inquilinos como Valencia, Sevilla, Zaragoza o Bilbao.