4 citas de Karl Kraus para Rajoy, Arthur Mas, Gallardón y Werth. y Adolf Loos, Enzensberger y Franz Kafka para ellos y muchos más
Algún día, en un momento incontrolado, cuando no me vaya a ocurrir nada y exista el peligro de que la sociabilidad penetre en mi cerebro, me pegaré un tiro. Rajoy leyendo a Kraus
El nacionalismo es un hervidero en el que se incrusta cualquier otra idea. Arthur Mas leyendo a Kraus
Quizás resultase mejor que los hombres tuviesen bozales y los perros leyes; que se llevara a los hombres con correa y a los perros con religión. La rabia decrecería en la misma medida que la política. Gallardón leyendo a Kraus.
Cuando una cultura siente que su final se acerca manda llamas a los curas. Werth – Kraus
El gran arquitecto Adolf Loos, escribió un día:
Una casa puede ser un delito.
No existen en España cárceles suficientes para encerrar a quienes en los últimos cincuenta años supeditaron su carrera y oficio -que incluso hay quién lo cataloga como arte- a los más espurios intereses de desvergonzados y corruptos políticos y constructores que se dedicaron a ganar dinero a costa de destruir el país.
Hans Magnus Eszenberger. Fragmentos de un poema escrito hace varias décadas pero que podríamos aplicar a los gobernantes actuales, y a gran parte de los políticos de la oposición y del propio pueblo español.
¿quién coge la propina, / el denario de plata, / la moneda que compra el silencio? / Hay mucho robado, pocos ladrones. /¿quién les aplaude pues? /
¿quién pone las condecoraciones? / ¿quién ansía la mentira?./ …
Loados sean los ladrones: vosotros, / invitando a la violación, / os lanzáis al lecho podrido / de la obediencia. Aún gimiendo / mentís, desgarrados / queréis ser. Vosotros / no cambiáis el mundo.
Y una reflexión final de FRANZ KAFKA dedicada a escritores, críticos, repetidores de los latiguillos literarios que dicen sin saber lo que dicen,. porque pocos son quienes se plantean quién fue Kafka, qué escribió Kafka. Por eso les recomendamos que antes de citarlo y convertirle en cadáver en sus bocas, lean estas palabras suyas. Antes de ir a comprar uno de sus libros que consumen como inocuo veneno, tal vez no tan inocuo, que así se van agotando los lectores y la literatura, lean estas palabras suyas que resumen el sentido de toda su obra:
Si el libro que leemos no nos despierta con un puñetazo en el cráneo, ¿para qué leemos pues el libro?… Un libro debe ser el hacha para el mar helado en nosotros. Eso creo.