El monovolumen de la abuela

Juan Castellano

Reconozco que desde joven me gustaban los automóviles que ahora encuadramos en la denominación genérica de monovolúmenes y se comercializan con un elevado nivel de prestaciones y confortabilidad, pero que en la época de juventud a la que me refiero correspondía a furgonetas adaptadas para largos desplazamientos de vacaciones en grupo de dos o tres parejas.

furgovolkswagen-2015 El monovolumen de la abuelaMi principal referencia, aun cuando recuerdo algún modelo DKW de los que se fabricaron hasta 1962, eran las furgonetas compactas Volkswagen que, leo ahora en la Wikipedia, empezaron a montarse en 1950, y que para 1968, cuando comencé a fantasear con lanzarme al mundo con la pareja adecuada, presentaban un modelo muy atractivo con puerta corredera lateral, y que si nos fijamos en la publicidad de “FurgoVolkswagen 2015”, la marca solo ha tenido que modernizar en diseño y motores para seguir como referencia hasta ahora.

Pero lo que quería comentarles es que al madurar civilmente, constituir una familia y tener hijos, sin olvidar a los abuelos, hubo que resolver problemas de desplazamiento de forma poco práctica, por ejemplo con múltiples viajes entre la ciudad y la sierra para acomodar todo lo necesario, que nos hacía soñar con el vehículo adecuado para resolver las vacaciones del verano, porque el Renault 4L se quedaba muy corto en la competencia con los nuevos modelos “caravan” de las principales marcas.

Y cuando ya prejubilado, pensaba que todos estos problemas se habían traspasado a los hijos, una amiga con la que comparto la sala fitness del polideportivo municipal, me cuenta que por su 70 cumpleaños los hijos la han regalado un Renault Espace porque hay días en que tiene que ocuparse de sus cuatro nietos, pero sobre todo en vacaciones tiene que desplazarse con todos ellos, más alguna amiguita invitada, llevando todo lo necesario para un día de campo o de piscina.

opel_astra_sports_tourer El monovolumen de la abuela

Así que, pienso, no tengo porqué arrojar la toalla todavía, y de hecho estoy preparando un directorio de alertas para seguir las mejores ofertas de los coches que me siguen ilusionando, modelos como este Opel Astra familiar, y busco información sobre los cambios automáticos de seis velocidades con los que anuncian algunos nuevos modelos de off-road, para saber si podré adaptarme a no tener que usar el embrague.

También he empezado a insinuar a mis familiares cercanos que no he cancelado mis aspiraciones a recorrer Europa en un modelo de última generación, equipado con esas nuevas tecnologías que permiten definir velocidades máximas o de crucero sincronizadas con el GPS para no superar los topes marcados en las autopistas, sin olvidar todo lo que nos recuerda Marcos Baeza en su artículo sobre Los padres del automóvil, dedicado a los modelos que forjaron el molde del coche moderno.

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