Si le ha sido diagnosticada la enfermedad de Crohn presentará un proceso inflamatorio crónico del tracto intestinal que le ha llevado a tener síntomas agudos durante muchos meses y nunca han sabido a qué obedecían.
En los primeros estadios se suele confundir con el síndrome del colon irritable, la celiaquía, la colitis ulcerosa o la enfermedad inflamatoria intestinal, porque es muy parecido el debut; aunque posteriormente pueda confirmarse con otras pruebas que no se trato sino de un Crohn que afecta de forma crónica y durante varios períodos a lo largo de la vida cualquier parte del tracto digestivo.
En algunos pacientes comienza desde la boca hasta el ano, aunque comunmente afecta la porción más baja del intestino delgado (íleon) o del intestino grueso (colon y recto).
Como los síntomas son comunes a otras enfermedades del aparato digestivo, los síntomas que presenta el paciente también son muy parecidos: cólicos; dolor abdominal; diarrea; fiebre; pérdida de peso; hinchazón; dolor anal; lesiones cutáneas; absceso rectal; dolor de articulaciones, etc.
La enfermedad afecta a cualquier edad aunque los pacientes suelen ser adultos jóvenes. A partir de los 16 años hasta los 40 es normal que pueda presentar los síntomas descritos. Se desconoce el origen de esta patología aunque se presenta más en climas septentrionales y en hombres y mujeres por igual. En algunas familias, es cierto que se han descrito algunos casos de enfermedades digestivas diversas y es posible que varios miembros de la familia tengan algo similar a un Crohn.
El Crohn no es contagioso pero sí afecta al sistema inmunológico del paciente. El tratamiento es paliativo porque realmente no tiene cura y resurgirá por brotes a lo largo de la vida del individuo. Existen algunos fármacos que normalmente son corticoesterorides; prednisona, metilprednisona y varios agentes antiinflamatorios, así como inmunodepresores que atenúan los síntomas aunque en otros casos agudos se recomienda la cirugía si se presentan complicaciones tales como perforación intestinal, la obstrucción o abscesos o fístulas.
Tenemos que señalar que tarde o temprano la cirugía será necesaria hasta en el 75 % de los casos que aunque no es curativa muchos pacientes presentan cierta mejoría porque limita los síntomas o elimina la necesidad del uso continuo de medicamentos y es sin duda un tratamiento conservador.