PES.- Imelda Marcos, la que fuera mujer del dictador filipino Ferdinand Marcos, fallecido en el exilio en 1989, la mujer que tenía mil pares de zapatos en el vestidor de su palacio de Manila, está en campaña y pretende llegar al Parlamento y protagonizar la resurrección política de su familia, informa la publicación digital aufairmaroc.com.
Imelda, de 83 años, espera ganar en las elecciones de mitad de legislatura que se celebran esta semana; se presenta en el feudo familiar, la provincia de Ilocos Norte, donde los electores se han mantenido fieles al clan Marcos. El deseo secreto de la matriarca –escribe la misma fuente- “es conducir a su hijo Ferdinand Junior, de 55 años y apodado “Bongbong”, a la jefatura del estado en las presidenciales de 2016”. Un sueño que podría realizarse ya que Bongbong fue elegido senador en 2010, con un tercio de los votos a escala nacional.
En 1986, millones de filipinos salieron a las calles protagonizando una “revolución tranquila” que derrocó a Ferdinand Marcos tras veinte años de dictadura marcados por el culto a la personalidad y una corrupción generalizada. Aunque ahora dirige el país Benigno Aquino III, hijo del principal opositor a Marcos, Benigno Aquino Junior, abatido en 1983 a su regreso del exilio, “el archipiélago continúa dominado por un puñado de familias políticas y los Marcos -que han conseguido en repetidas ocasiones escapar a una condena por corrupción- intentan encontrar un lugar en el establishment”.
“En la región –ha dicho un párroco de la ciudad de San Nicolás a la Agencia France-Presse- los Marcos son realmente apreciados, y Bongbong es para mucha gente la representación del padre”. Los militantes que acompañan a Imelda Marcos en sus mítines distribuyen juguetes entre los niños y reparten billetes entre los adultos.
Su rival en esta elección, Ferdinand Ignacio, la acusa de utilizar el dinero procedente de los impuestos del tabaco para financiar centros maternales y autobuses para los agricultores de la zona. “No es que los Marcos sean populares- asegura- es que compran a la gente y por eso ganan las elecciones”.