Francisco Franco fue nombrado Oficial de la Legión de Honor después de la guerra del Rif y antes de la II República. Y es preciso recordar que la conspiración militar contra el régimen republicano se gestó -en buena medida- en aquel contexto de militarización colonial, tras un largo y sangriento conflicto en el norte de África donde tropas españolas y francesas terminaron aplastando la resistencia –sobre todo en el Rif- contra la imposición del Protectorado hispano-francés.
No olvidemos tampoco a las víctimas que hubo en España por la oposición al reclutamiento y a aquella guerra. Muchos jóvenes, sobre todo entre las clases populares más pobres, se vieron convertidos en carne de cañón de un conflicto armado terrible motivado por intereses oscuros de unas pocas familias de las élites del país.
En aquel ciclo de intereses ocultos, reparto territorial de toda África entre los estados europeos, revueltas y represiones sangrientas, nació la amistad de Franco hacia Philippe Pétain, quien terminaría siendo mariscal, jefe de Estado de la Francia ocupada y aliado de Hitler en todas sus felonías.
De modo que el dictador Franco fue nombrado Oficial de la Legión de Honor por un decreto de 1928, según recuerda la Asociación para el Recuerdo del Exilio Republicano Español (ASEREF), “tras proposición del Ministro (francés) de Asuntos Exteriores, en el marco de los combates conjuntos llevados a cabo por Francia y España en Marruecos durante la guerra del Rif”.
En las fotos de la prensa de la época, se ve la ocasión en la que André Maginot, entonces ministro de la Guerra, impulsor de las famosas fortificaciones que pretendieron impedir la invasión alemana, acompaña a Franco el día de la entrega de la condecoración. Franco era entonces Director de la Academia Militar de Zaragoza.
Dado que el (entonces) aprendiz de dictador era bajito y Maginot muy alto, cierta prensa española retocó las fotografías de manera que Franco llegara –al menos- a las orejas del francés.
ASEREF pide ahora a François Hollande que anule aquel decreto fechado el 22 de febrero de 1928. Recuerdan que “la Legión de Honor es la mayor distinción francesa” desde hace dos siglos y está destinada a “recompensar a los ciudadanos más meritorios”. Señalan también que “la distinción puede ser retirada por decreto en caso de condena penal y cuando el condecorado ha cometido actos contrarios al honor o de naturaleza opuesta a los intereses de Francia”.
En un diario del sur de Francia, “La Dépêche”, Jean Ocana (Ocaña, en su origen), antiguo cónsul honorario de España, afirma que tomó la iniciativa de pedir la retirada a Franco de la Legión de Honor y recuerda las circunstancias: “En 1928, fue nombrado Oficial de la Legión de Honor por parte del ministro de la Guerra, André Maginot, por haber creado la primera escuela militar española en Zaragoza. En 1930, Pétain, entonces embajador de Francia en Madrid, intervino para que le atribuyeran el grado de Comandante (* un grado superior de la misma condecoración). Se conocían de la guerra del Rif. Puede que en 1928 o 1930 Franco pudiera ser una persona ‘honorable’, aunque no debemos olvidar que él y Philippe Pétain ya utilizaron el napalm contra los marroquíes”.
ASEREF recuerda la colaboración con Hitler y Pétain, durante la ocupación, así como la responsabilidad de Franco en centenares de miles de muertes. También la larga lucha de recuperación de la memoria histórica en España. En ese sentido, desde luego, sorprende que el dictador siga siendo en Francia beneficiario nada menos que de la Legión de Honor en su grado de Comandante.
Habría que recordar también la importantísima -muchas veces decisiva- participación del exilio republicano español en la resistencia francesa a la ocupación nazi. La retirada de esa condecoración a Franco haría justicia a quienes participaron en esa resistencia y a todas las víctimas de la colaboración de Hitler, Pétain y Franco.
Cuanto me alegra que, desde el exterior, se haga esta petición de retirarle la Legión de Honor con distintivo de Comandante. Yo estoy de acuerdo, porque no podemos compartir honores de la misma magnitud, ya que los republicanos que fueron deportados y encarcelados, sufriendo en los «campos de exterminio nazi» la peor de las atrocidades los aproximadamente 10.000 republicanos que cayeron ahí». De estos diez mil, más de seis mil murieron en las cámaras del crematorio.
Los republicanos que se escaparon de los campos de retención y de encarcelamiento francés, se enrolaron en La Francia Libre, a las ordenes del General Lecler y éste afirmo «que eran buenos guerreros y luchadores», como así lo demostraron en múltiples batallas, llegando a meterse en la «boca del lobo nazi» y deteniendo y capturando a la «cabeza nazi, puente de Hitler en Francia», saliendo del Ayuntamiento de París, con las manos en alto, que lo hacían desde la segunda planta encañonados con los «Mauser», armamento que se usó durante la defensa de Madrid.
Fuera del edificio del Ayuntamiento de París esperaba todo el Pueblo parisino, aclamando a estos valientes republicanos, que lo único que esperaban era que les ayudaran a vencer a Franco y a todo el fascismo que imperaban en nuestro país, España.
Gracias por encabezar esta petición y nosotros estamos siguiendo otra petición de firmas. No quiero alargarme, pero me queda por comentar que nuestros republicanos de La Nueve, fueron acallados por el general Degaulle y no fueron reconocidos como héroes, hasta hace unos años, y que el gobierno del presidente Holande, condecoró a todos los republicanos vivos que participaron en la hazaña de la liberación de París, con la Legión de Honor y desde ese año en la fiesta nacional de Francia, la bandera de la República de España, «la tricolor», desfila y tiene un lugar preferencial, reconocimiento del que yo, como republicano, e hijo de aquellos que sufrieron la infamia del fascismo español e internacional.
¡¡¡Viva la IIª República!!! ¡¡¡Viva Francia libre, y la nueve!!!.
[…] Por Paco Audije […]