El representante especial del Secretario General de la ONU para Libia, Ghassan Salameh, informó este lunes 6 de enero de 2020 al Consejo de Seguridad de que “en este momento la situación es sombría», pero advirtió que «no hay solución militar para Libia».
En declaraciones posteriores a la comparecencia llamó a las partes a «detener este comportamiento de ´prima donna´ y reunirse y negociar concesiones mutuas para repartir el poder que es la parte básica de un acuerdo político».
Preguntado sobre el anuncio por parte de diferentes países de que enviarán tropas y asistencia militar a Libia, a partir de un acuerdo del parlamento de Turquía en este sentido, el mensaje del representante especial fue claro: «no se metan en Libia».
Añadió que «hay suficientes armas en Libia y no se necesitan más. Hay suficientes mercenarios en Libia, así que dejen de enviar más mercenarios como ocurre ahora, con cientos, probablemente miles, que han llegado al país últimamente».
Finalmente, Salameh reprochó a los medios la falta de atención que dedican al sufrido pueblo libanés:
«¡Estoy muy enojado al ver que todo el mundo quiere hablar de Libia y muy poca gente quiere hablar de los libios! ¿Qué pasa con los libios? ¿Qué pasa con un millón de trabajadores migrantes en Libia? ¿Qué pasa con estos tipos? ¿Por qué no preguntamos sobre ellos? Libia no es sólo una historia de petróleo. Libia no es sólo una historia de gas. Libia no es sólo una historia geopolítica. También es una historia humana. Y la gente está sufriendo. Y no por otra razón que por el hecho de que no hay un mensaje internacional claro de que ya es suficiente».
Los niños forzados a interrumpir sus estudios
La reciente escalada de la violencia en Trípoli y alrededores también ha provocado efectos devastadores en la educación de niños y niñas, con la reciente destrucción de cinco escuelas y el cierre de otras 210, informó este lunes 6 de enero Unicef.
En un comunicado, el Fondo de la ONU para la Infancia indica que este escenario obligó a más de 115.000 menores a abandonar sus estudios en las zonas de Ain-Zara, Abu Salim y Soug al Juma’aa.
El viernes 3 de enero de 2020 fueron atacadas cuatro escuelas en la localidad de Soug al Jum’aa, al este de Trípoli, causando grandes daños y afectando a casi 3000 estudiantes.
“En vez de ser lugares seguros para aprender y crecer, las escuelas de Trípoli se han convertido en sitios donde reina el miedo”, destaca Unicef. Al mismo tiempo, añadió que “ningún padre o madre debería tener que elegir entre la educación de sus hijos o su seguridad”.
Unicef recuerda que la educación es un derecho básico para los menores, incluso en zonas de conflicto, y que los ataques a las instalaciones educativas son una grave violación del derecho internacional humanitario y de las leyes sobre derechos humanos.