El 12 de diciembre, las fuerzas de seguridad iraníes han detenido a la periodista gráfica Aaliyah Motabalzadeh en Mashhad, ciudad del noreste del país, así como a un grupo de defensores de los derechos humanos.

La Federación Internacional de Periodistas (FOJ) ha reaccionado exigiendo la libertad de Aaliyah Motabalzadeh, y la de todos los periodistas y profesionales de los medios encarcelados en Irán.
La periodista gráfica Aaliyah Motabalzadeh figura entre las diecinueve personas detenidas en Mashhad el 12 de diciembre mientras honraban al abogado de los derechos humanos Khosro Alikordi, cuyo cuerpo sin vida apareció en su despacho.
Las autoridades iraníes han declarado que las detenciones se deben a «comportamientos ilegales» y a que durante la concentración se produjeron agresiones a la policía.
La hija de Motabalzadeh, Ghazal Abdollahi, ha dicho que el 14 de diciembre su madre la llamo desde la cárcel para contarle que le habían pegado y maltratado durante la detención. La señora Abdollahi ha precisado que su madre necesita disponer de unos medicamentos importantes por sus antecedentes de cáncer, una intervención quirúrgica y por haber pasado por sesiones de quimio y radioterapia.
El secretario general de la FIJ, Anthony Bellanger, ha dicho que «el régimen iraní tiene que dejar de perseguir a los periodistas y a los defensores de los derecho humanos, y terminar con las sistemáticas violaciones de los derechos de los presos. Estamos preocupados por el estado de salud de Motabalzadeh y pedimos a las autoridades que la pongan en libertad inmediatamente, así como a todos los periodistas y profesionales de los medios encarcelados en el país».



