Juan Eslava Galán es quien firma esta novela de aventuras ambientada en el siglo XVII, época de Felipe III, cuando se había publicado sólo la Primera parte de El Quijote de Cervantes y la corte se había trasladado a Valladolid.
Pues bien, al igual que hiciera el propio Cervantes, Juan Eslava Galán apela en ocasiones a «lo escrito», como si se basara en documentos históricos hallados por él que hubieran quedado incompletos y él no pudiera hacer otra cosa que respetar su carácter de fuente parcial.
Es así como se permite dejar muchos extremos a la imaginación del lector y el que más, su apasionado y prometedor final. Y no me refiero a la investigación, que sí se completa, sino a la peripecia vital de la protagonista, que es quien de verdad nos interesa. El resumen de la historia es el que sigue:
A las puertas de la casa de Miguel de Cervantes, aparece muerto un hombre. Es el hidalgo Gaspar de Ezpeleta, gran experto en lances amorosos con mujeres casadas, lo que hace pensar en un crimen por cuernos. Una vecina beata -y envidiosa de la casa que ocupan y de su estilo de vida- acusa al escritor y a sus alegres hermanas las Cervantas de estar implicados en este horrible hecho.
Es así como se nos pone delante el meollo de la historia, lo que ha de investigar por orden superior el viajero que llega a Valladolid. Llega a caballo y se ve de buenas prendas, pero no está solo y perdido en el enjambre enmarañado que es la corte. No es hombre sino mujer y actúa por cuenta de la duquesa de Arjona, una gran admiradora de Cervantes que, dolida por lo ocurrido y no creyendo a la acusación, requiere sus servicios para investigar el caso.
La joven se llama Dorotea de Osuna y todo lo que veremos será a través de los ojos de esta mujer, que es bellísima y sagaz, pero que cuando parece que está a punto de desenredar los hilos del misterio, se encontrará con otro aún mayor y que, para colmo, requiere sigilo.
El entorno en que se mueve es tan apasionante como chocante. De su mano, seremos testigos del ocaso de la España del Siglo de Oro, un país marcado por las guerras, con clases ociosas e improductivas, nobles y clérigos, muchos mendigos y pobreza entre muchos infortunios más. Una España en la que estaba mal visto ganarse la fortuna con sus manos. Pero lo mejor son las descripciones paisajísticas:
Juan Eslava Galán inicia el libro con una descripción de Valladolid que habla de su grandeza como corte de España. Eran tiempos de Felipe III y su valido el duque de Lerma, pero la vista de los palacios, iglesias, huertas y conventos, bien podrían alcanzarnos hoy. Un viajero que entrara a caballo a Valladolid se vería sorprendido por la riqueza de las casas nobles y empenachadas, pero por encima de todas ellas (o más bien por debajo y viviendo de ellas), le asombraría la vida riquísima del hampa. Y con el hampa habían de tratar los gobernantes si querían seguir teniendo las riendas del poder, pues la corrupción estaba tan entrelazada que no había venganza o ejecución que no hubiera sido pagada por un noble.
Con esta novela histórica de aventuras, Juan Eslava Galán ganó el Premio Primavera de novela 2015 que conceden El Corte Inglés y la editorial Espasa Calpe.
- Título: Misterioso asesinato en casa de Cervantes
Autor: Juan Eslava Galán
Espasa Calpe
19’34 euros