El juanete o el hallux valgus (H.V) está considerado como una deformidad del aparato locomotor muy frecuente entre la población ya que tiene una prevalencia del 88 %.
El Hallux Valgus debuta aproximadamente en la segunda década de la vida y aunque no es un asunto serio (que no deja de ser un roce o molestia en sus inicios), puede dar lugar a un aumento del dolor que impide caminar al paciente.
Esta desviación en valgo del dedo gordo a nivel de la articulación metatarsofalángica desencadena una prominencia en la cara medial de la cabeza del primer metatarsiano y por ello es la enfermedad más frecuente entre la población. Esta deformidad del antepie es de las más imposibilitantes para el paciente (alrededor del 20 % o más de la población lo padece) aunque lo bueno, es que con su detección temprana, se podría llegar a corregir el problema.
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Esta desviación en valgo del dedo gordo a nivel de la articulación metatarsofalángica (MTF) puede ser congénita o adquirida debido a varia causas. En las mujeres, por la acción deformante del calzado femenino y en varones por artritis reumatoide, index minus más pie egipcio, etc. entre otras patologías.
Es importante que el paciente sea estudiado y que se estudie la pisada así como funciones tan importantes como son la de soportar el peso corporal, la acción de palanca para impulsar al cuerpo y la de amortiguación de la carga.
Para llevar a cabo estas funciones del antepié, es conveniente que sea estudiado por un traumatólogo, pues dispone de unos radios flexibles, siendo el primero y el quinto los más importantes durante las fases de la marcha, y es precisamente en el primer radio donde se centra la investigación, al realizar un estudio de su enfermedad más frecuente, el Hallux Valgus (HV).
Cuando le indique el médico qué puede hacer, probablemente le remita a un podólogo para que estudie su caso y le haga unas plantillas adecuadas para que pueda mejorar y no tenga dolor al caminar.
El tratamiento conservador se indica inicialmente, salvo que la deformidad sea tan severa y dolorosa que esta terapéutica no suponga muchas veces ningún beneficio, así que es preferible elegir la cirugía, sobre todo si el paciente es joven. Existen múltiples técnicas quirúrgicas en la actualidad para el tratamiento del hallux valgus, y estas constituyen un reto para el cirujano ortopédico seleccionar la indicada de acuerdo con la edad del paciente y la deformación que tenga.