«La nuit venue» que podemos libremente traducir por «Cuando llega la noche», es el primer largometraje de ficción del director y guionista corso Frederic Farrucci, quien, a sus 49 años de edad, tiene en su haber varios cortometrajes y series documentales.
Farrucci no es un novato en el oficio y ello se ve desde las primeras imágenes de esta brillante opera prima de ficción.
Su trabajo de documentalista y su preocupación por temas sociales y humanos, expresada también en sus cortometrajes, se ve bien reflejada aquí en la autenticidad que rodea esta incursión en la comunidad mafiosa china en Francia, con mezcla de profesionales y no profesionales y un rodaje bilingüe en chino y en francés.
Estrenada el pasado mes de julio recién abiertas las salas de cine en Francia, no ha tenido por desgracia esta película la difusión que se merecía. Para su primer largometraje de ficción, Farruci y su coguionista Benjamin Charbit han optado por una historia de amor en una atmósfera nocturna de cine policiaco, pero con un evidente telón de fondo social y documental.
Jin es un inmigrante chino que ha huido de China popular, escapando a la justicia y ha caído en París en manos de una banda mafiosa que para «reembolsar sus deudas» le explota como chofer de vehículos Uber clandestinos.
En su primera parte asistimos así a la presentación de esa nueva forma de esclavitud moderna, que explora un tema poco visto hasta la fecha: las bandas mafiosas en el seno de la comunidad china en Francia.
Vehículos Uber clandestinos, trafico de autos, prostitución, o talleres que trabajan para la industria textil, las actividades mafiosas son aquí muy diversas, pero en este caso se trata del mundo nocturno de los choferes. Su protagonista Ji, es un honesto y clandestino taxi driver nocturno que busca pagar sus deudas y enviar dinero a su familia, amenazada de muerte por los mafiosos que le explotan.
En su descripción de esa mafia china en París, con sus nuevos esclavos, compartiendo viviendas exiguas e insalubres, en donde unos duermen de día, remplazando a los que han pasado la noche en esas mismas camas, Farrucci nos aporta su mirada social y política sobre la realidad que nos rodea.
Pero en su deambular nocturno la tensión del cine de genero es acompañada al mismo tiempo por una balada musical y poética en la noche parisina. Rone, compositor de música electrónica francés es el autor de la música.
Me encanta la forma en que Farrucci filma las calles de Paris, con una excelente dirección de fotografía y brillantes opciones de puesta en escena, invitándonos así a un viaje nocturno a través de las calles, barrios y suburbios de la capital.
Su cámara nos lleva ahí donde se esconden los invisibles, los sin techo, las chabolas, la miseria de los inmigrantes clandestinos, los clubes nocturnos, los traficantes, y todos los que intentan sobrevivir en un mundo que les ignora.
Jin, quien es músico y sueña con escapar un día a la esclavitud, es uno de esos invisibles, esos «nadies» como decía Eduardo Galeano, que pueblan nuestra sociedad de consumo a ultranza.
En su deambular nocturno su encuentro con Noemi, prostituta y bailarina de striptease, se va a transformar en historia de amor entre dos perdedores, siendo ella la encarnación de la inevitable y misteriosa mujer fatal de toda novela policiaca. Doble y valiente transgresión también en esa relación poco común, entre un asiático y una joven de origen magrebí.
Junto a un personaje protagónico interpretado por un actor no profesional, Guang Huo, quien concede gran autenticidad al relato, cuenta en su casting con Camelia Jordana cantante y actriz francesa, nieta de inmigrantes argelinos, quien, desde su revelación televisiva en 2009, prosigue con éxito una doble carrera musical y cinematográfica. (Mejor esperanza femenina en los Cesar 2013 por «El brío», y victoria de la música en 2019 por su álbum «Lost»).
En su filmografía, esta es ya la duodécima película de Camila Jordana, prometedora actriz y cantante que se ha destacado recientemente en Francia por sus valientes declaraciones denunciando la violencia policial y el trato racista y discriminatorio del que son víctimas a menudo en este país las personas de origen africano o magrebí.