El amor es incompatible con la dominación.
El machismo y rol de género son incompatibles con el amor, ya que la representación máxima de la perversión de la “culturO”, es la que se produce cuando asigna al hombre como papel principal de éxito social ganar dinero y a la mujer la belleza (juventud y delgadez), lo que hace de estas dos prescripciones socio-culturales las expectativas estrella respecto al sexo contrario (hay más), lo que pasa a ser rol de género (según la concepción de masculinidad y feminidad).
Al vivir en una sociedad de mercado y machista en la que todo es mercancía y se puede “vender” comienza una oferta y demanda del género en cuestión. No es de extrañar por tanto la exhibición en un sentido y otro para “conquistar” al sexo opuesto y que éste “le ame” por la clase de género aparente, dinero o belleza según…
Se nos va olvidando por el camino aprender a amar lo que somos, más que a ser amad@s por nuestra apariencia dictada ¡lo estamos haciendo tan mal…! Pero no nos preocupemos que con ayuda del neoliberalismo y los gobiernos, lo podemos hacer aún peor.
La ideología que pervive en esta economía de mercado es competitiva y machista, porque es imprescindible rivalizar y/o pelear con l@s demás y porque lo normal es conferirle al hombre el control del “mundo”, generando la desigualdad de poder que otorga el género.
Gracias a esta “huevolución de la culturo” de la desigualdad surgen las conversaciones entre Bolonio alias el Huevonudo y Mucus el intrépido.
Con respecto al tema de hoy Mucus declara:
¡Mujeres! ¡Hombres! No es lo mismo ser que parecer,
como tampoco es lo mismo ser, que depender.
Para ser, no hay que dejarse controlar,
ni sobre otra persona disponer.
Aunque no me crean, yo las quiero por su armonía y por ser la otra parte del existir, la otra mitad ineludible del todo, y sin lo cual tampoco puede haber ese todo, algo así como que día y noche, no pueden ser por sí mismos, son en relación al otro, y ambos son parte de algo superior.
Si a los «machos» también la cultura nos ha etiquetado. Pobre del varón que llora de emoción. Hoy mismo no más ví un programa en TV (en Chile) donde se burlaban de los deportistas (catalización actual de los antiguos gladiadores) que expresaron, en distintas ocasiones, emoción hasta las lágrimas; los ridiculizaban como «llorones», con audio y video todo.
En cuanto a eso del «control del mundo», yo creo que viene de mucho más atrás en el tiempo que de la era capitalista, bastante anterior inclusive a la época de las religiones monoteístas, las que, en último caso, realzaron y acentuaron tal diferencia. Si Eva nació de apenas una parte de Adán no más y Jesús es más relevante que la Virgen María. Y para qué me voy a referir al Judaísmo y al Islamismo. En el pueblo originario mapuche (Chile), el principal por su número y extensión territorial, la mujer también tiene un rol más secundario que el «macho» guerrero. Esto no justifica nada para mí, pero explica y al entender es más fácil apuntar a las claves para un cambio.
En cuanto a la belleza física también es variable en el tiempo. Hoy es la era de las mujeres «anoréxicas», ya sea en vivo o en los maniquíes de tienda todas parecen estar con los efectos de quimioterapias intensivas de tratamiento de cáncer. En cambio las mujeres que pintó Goya eran gorditas y el ideal para su época. Y, sin duda, si apenas fue ayer que existió la Marilyn Monroe, bastante más voluminosa que las modelos de hoy. En eso -aquí me aparece el instinto con toda su primitividad simplemente- me gusta más el pasado.
Gracias a Marisa por hacerme sonreír-reflexionar y…ojalá cambiar algo.