Nueva Orleans se reconcilia con el ajedrez y Paul Morphy

La ciudad estadounidense de Nueva Orleans se ha reconciliado con uno de sus hijos más conocidos, cuando el centro de Ajedrez y Cultura Paul Morphy fue inaugurado el 5 de abril de 2019.

morphy-chess-center-logo Nueva Orleans se reconcilia con el ajedrez y Paul Morphy Este centro desarrollará partidas, campamentos y lecciones sobre ajedrez. Todos los viernes habrá partidas y el centro estará abierto al público. Se encuentra en el 3714 b del boulevard Earhart.

Siempre ha existido una fuerte cultura del ajedrez en Nueva Orleans que ahora se ve culminada. El nombre del centro es el de una leyenda del ajedrez del siglo XIX, Paul Morphy (1837-1884).

En su ciudad natal no se le había otorgado la importancia que ha tenido en el ajedrez, tan solo se conservaba, hasta la creación de este centro ajedrecístico, una calle con su nombre, una placa en la casa que vivió y murió –hoy, el restaurante Brennan’s- y un tablero que le perteneció, que se exhibe en el Museo local de la localidad.

El abuelo paterno de Paul era de Madrid y llegó a Charleston, Carolina del Sur, donde nació el padre de Morphy, Alonso, en 1798 cuando Luisiana fue cedida a España por Francia. De allí se trasladó a Nueva Orleans donde ejerció de juez de la Corte Suprema del estado de Luisiana, siendo su madre, Teresa, perteneciente a una de las familias criollas francesas más conocidas de la ciudad, Le Carpentier.

Paul fue el segundo de cuatro hermanos, recibió una buena formación y a los trece años estudió con los jesuitas en el colegio San José. En 1855 estudia Derecho graduándose en 1857 con veinte años aunque nunca llegó a ejercer.

La tradición ajedrecística le vino de familia, jugaba su abuelo materno, su tío, su padre y su hermano (quien fuera luego capitán del ejército confederado). Aprendió el juego viendo a su tío, Ernest y su padre, Alonso: “Un caballero de buena familia solo juega ajedrez por diversión y recibir dinero por mover unas cuantas piezas es indigno y propio de un tahúr” aseguraba su padre que, como curiosidad, mantenía la nacionalidad española a pesar de no haber nacido en España.

Ganó al general Winfield Scott (1786-1866) dos veces. A los doce años ganó al campeón local Eugene Rousseau (1810-1870) cuyo ayudante era Ernest Murphy, tío de Paul. En 1850 juega contra el húngaro Johann Lowenthal (1810-1876) al que ganó dos partidas y empató otra.

En el Congreso de Nueva York de 1857 con veinte años, de cien partidas solo perdió tres convirtiéndose en campeón oficioso de los Estados Unidos. Entre los que compitieron y ganó se encontraban el campeón estadounidense de ajedrez Charles Henry Stanley (1819-1901), el campeón del Club de Ajedrez de Nueva York Napoleon Marache (1818-1875) y el maestro de ajedrez alemán Ludwig Paulsen (1833-1891).

Tras esto le hicieron una oferta al que fuera campeón oficioso Howard Staunton (1810-1874) para ir a Nueva York y jugar once partidas ofreciéndole mil dólares por el viaje y 5000 dólares en la bolsa de apuestas, pero el británico se negó a ir proponiendo jugar en Londres con un total de veintiuna partidas por 500 libras.

Así, en mayo de 1858, con veintiún años, Morphy inicia su recorrido por Europa y su carrera más brillante en la historia del ajedrez. Tras llegar a Inglaterra venció a Henry Bird (1830-1908), Samuel Boden (1826-1882), George Webb Medley (1826-1898), Thomas Wilson Barnes (1825-1874) –tuvo el mejor registro de todos contra Murphy, perdió diecinueve veces pero ganó ocho-, Edward Lowe (1794-1880) por 6-0, y Augustus Mongredien (1807-1888) por 7-0… pero no llegó a jugar con Staunton, quien rehuía la partida.

Por este motivo se dirigió a París donde, al mejor de siete partidas, ganó cinco partidas al campeón del café de la Regence, Daniel Harrwitz (1823-1884) y perdió dos -una de ellas con blancas- pero el alemán de origen judío se fue abandonando el tablero alegando problemas de salud.

Pero su triunfo más destacado fue ante Adolf Anderssen (1818-1879) por 7-2. Jugó a ciegas contra ocho rivales obteniendo seis victorias y dos tablas. «Considero que el señor Morphy es el mejor jugador de ajedrez que haya existido jamás» afirmó Anderssen. Por su parte, el que fuera campeón mundial oficial de ajedrez, Emanuel Lasker (1868-1941) dijo: «Nadie fue tan superior a los jugadores de su tiempo».

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Morphy ante el tablero con la reina Victoria

Volvió a Londres pero Staunton ya se negó a jugar. Sí disputó una partida ante la reina Victoria (1819-1901), a la que permitió ganar.

Su regreso a América fue una sucesión de fiestas, recepciones, ovaciones y gestos caballerosos. Al llegar a Nueva York le entregaron un tablero de nácar y ébano con piezas de oro y plata. El fiscal general de Nueva York, John Van Buren (1810-1866), declaró a Morphy «campeón mundial de ajedrez».

Pero sin embargo él declaró que no era un jugador profesional y dejó de jugar. De su importancia citar que en 1859 ya le dedicaron un libro ‘Paul Morphy, campeón de ajedrez’ escrito por Frederick Milnes Edge (1830-1882) y publicado en Londres. Se conservan 415 partidas que disputó.

Durante la guerra de Secesión, cuando estaba al servicio del general Pierre Gustave Toutant (conocido por sus siglas PGT) de Beauregard (1818-1893), visitó Richmond donde contempló el cuadro del alemán Friedrich August Moritz Retzsch (1779-1857) ‘Jaque mate’ o ‘Los jugadores de ajedrez’ y propuso seguir la partida con las blancas que disputaban ante el mismo diablo en la pintura. Posteriormente fue enviado al extranjero.

Alejado de los tableros, en sus últimos años sufrió problemas psiquiátricos y paranoias. La familia intentó ingresarlo en un psiquiátrico en 1875 pero no lo logró. Murió a los 47 años de un derrame cerebral cuando tomaba un baño frío después de una larga caminata. Su cadáver lo encontró su madre, que moriría un año después.

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En Estados Unidos no posee el conocimiento mediático que sí tiene el único campeón mundial nacido allí, Bobby Fischer (1943-2008), sin duda, el ajedrecista más conocido del país, quien declaró sobre su brillante antecesor, campeón no oficial en el siglo XIX: «Tal vez el jugador de ajedrez más preciso que haya existido».

También recordar a otras estrellas fugaces del ajedrez como Murphy, el húngaro Rudolf Chaurosek (1873-1900) –quien llegó a ganar al entonces campeón mundial, Emanuel Lasker– y el campeón mexicano Carlos Torre (1904-1978).

Por último citar que el escritor italiano Paolo Maurensig ha escrito ‘El arcángel del ajedrez. Vida secreta de Paul Morphy (L’arcangelo degli scacchi. Vita segreta di Paul Morphy) (2013) en relación con su figura aunque no se encuentra traducido al español.

Jesús Cabaleiro Larrán
Periodista. Licenciado en Ciencias de la Información por la Universidad Autónoma de Barcelona, rama Periodismo con cursos de doctorado, estudios sobre Marruecos contemporáneo y el Sáhara Occidental. Más de 35 años de periodismo, la mayoría en prensa escrita, ha trabajado a ambas orillas del Estrecho de Gibraltar, casi 13 años en el extinto diario El Faro Información, en Algeciras, donde empezó de redactor y del que fue su último director y en Tánger dos años en un diario digital. Además ha participado en la mayoría de los Congresos de Periodistas del Estrecho desde el inicial en 1993 hasta 2019. Titulado en ajedrez por la UAH y UNED. Amante de Portugal. Ha publicado un libro, ‘Artículos periodísticos. Apuntes para la historia de la prensa de Algeciras’.

2 COMENTARIOS

  1. […] último, mencionar que el destacado jugador de ajedrez del siglo XIX, el estadounidense Paul Morphy (1837-1884) era precisamente graduado en Derecho, en concreto por la Universidad de Tulane, […]

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