Según el informe SDG Index & Dashboard publicado en Junio de 2018, España no aprueba ninguno de los 17 Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS) fijados por Naciones Unidas para 2030.
En el estudio, elaborado por expertos de la red de soluciones para el desarrollo sostenible; iniciativa lanzada por Ban-KiMoon en 2012, de la Fundación Bertelsmann España ocupa el puesto 25 de la lista de 193 países evaluados en el que un año más, lideran Suecia, Dinamarca y Finlandia.
En España es especialmente baja la puntuación en los objetivos de innovación, consumo y producción, vida submarina y cambio climático aunque destacamos en igualdad de género, salud, gestión del agua y la energía y acción climática.
En relación a la lucha contra las desigualdades y respecto a las alianzas para lograr los objetivos marcados, España tiene un importante retroceso en donde destacan el estancamiento de la ayuda oficial al desarrollo, la falta de inversión en investigación, la tasa elevada de desempleo y la falta de una estrategia activa para la protección del océano.
En la investigación también se revela que no hay ningún país que esté yendo por el buen camino para lograr los objetivos en 2030 y alertan que la falta de inversión por parte de los estados del G20 pone en peligro todo el proceso aunque hay que destacar que tanto Brasil, México e Italia han dado pasos relevantes para avanzar en la consecución de los objetivos de desarrollo sostenible.
Hay que destacar que tanto Estados Unidos como Rusia son los países que menos acciones han desarrollado para alcanzar los objetivos y Alemania y Francia destacan como los únicos países del G7 en los primeros puestos del ranking. La república democrática del Congo, Chad y la república Centroafricana figuran en los últimos puestos de la lista.
Los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS) conocidos como objetivos mundiales pretenden adoptar medidas para poner fin a la pobreza, proteger el planeta y garantizar que todas las personas puedan vivir en paz y prosperidad. Son una agenda inclusiva que aborda un cambio positivo en beneficio de las personas y el planeta. Los logros de los objetivos, incluyen el cambio climático, la desigualdad económica, la innovación, el consumo sostenible, la paz, la justicia y conllevan un espíritu de colaboración y pragmatismo que supone que los estados optarán por mejorar la vida de sus habitantes de manera sostenible.