Agencias de la Organización de las Naciones Unidas (ONU) lanzaron este martes 25 de agosto de 2015 una línea telefónica de ayuda para los más de tres millones de desplazados en Iraq, con el fin de brindar información sobre servicios humanitarios de emergencia, como la distribución de alimentos, la salud y la vivienda, informa Kanya DAlmeida (IPS) desde naciones Unidas.
Iraq vive una crisis de refugiados «sin precedentes», con más de 3,1 millones de personas desplazadas desde enero de 2014, debido a la violencia y los enfrentamientos vinculados al avance territorial del grupo extremista Estado Islámico y a las operaciones de contrainsurgencia del gobierno, según el Alto Comisionado de la ONU para los Refugiados (ACNUR).
Los desplazados están dispersos en más de 3.000 lugares por todo el país, y varios miles de personas se encuentran en zonas remotas de difícil acceso para los trabajadores de la ayuda humanitaria, según un comunicado publicado el lunes 24 por ACNUR, el Programa Mundial de Alimentos (PMA) y la Oficina para la Coordinación de Asuntos Humanitarios (Ocha).
En total, 8,2 millones de iraquíes, casi 25 por ciento de la población de 33 millones, necesitan asistencia humanitaria.
En comunicación telefónica con IPS desde la norteña ciudad iraquí de Erbil, Kareem Elbayar, director de programa de la Oficina de las Naciones Unidas de Servicios para Proyectos (UNOPS), encargada de la línea telefónica de ayuda, explicó que el nuevo servicio busca brindar información que salve vidas en las operaciones de socorro realizadas por las agencias de la ONU y las organizaciones humanitarias.
Aún en su fase piloto, cualquier teléfono móvil iraquí puede comunicarse con el centro de información con sede en Erbil por el número 6999.
«Tenemos a siete operarios que trabajan en un día normal de trabajo, de 8:30 a 17:30 horas», de domingo a jueves, explicó. «Hablan árabe, inglés y las variedades sorani y badini del kurdo», señaló Elbayar.
El número de llamadas que puede manejar el centro de información en determinado momento depende de la red telefónica de cada usuario individual. Por ejemplo, Korek, la principal empresa de telefonía móvil en el norte de Iraq, puso 20 líneas a disposición con este fin.
«Eso significa que 20 personas pueden llamar al mismo tiempo, pero la persona número 21 recibirá una señal de ocupado», dijo Elbayar.
Pero otras compañías de teléfono pueden ofrecer solo un puñado de líneas al mismo tiempo.
Según estadísticas de un informe de 2014 realizado por la red de Comunicación con Comunidades Afectadas por los Desastres (CDAC), Elbayar dijo que la penetración de la telefonía móvil en el país devastado por la guerra supera 90 por ciento, lo que significa que «casi todos los desplazados tienen acceso a un teléfono celular».
De hecho, una recomendación realizada por el informe de la CDAC lanzó la idea de una línea de ayuda centralizada, posibilitada por los aportes financieros de ACNUR, el PMA y Ocha.
Elbayar explicó que la financiación de la fase piloto, que alcanzó los 750.000 dólares, permitió que la UNOPS adquiriera el personal y el equipo necesarios para un año de funcionamiento básico.
El centro fue construido con «capacidad de expansión» y tiene capacidad para albergar a 250 operadores a la vez, pero será necesaria una financiación adicional para ampliar la iniciativa, indicó.
La línea directa es solo el primer paso, la parte más difícil es difundir la noticia de su existencia, sostuvo.
Las agencias de ayuda colocaron folletos y pegatinas en los campamentos de refugiados, pero 90 por ciento de los desplazados viven fuera de los mismos en comunidades que hacen lo posible para proteger y mantener a esa población civil afectada por la guerra, según el último Plan de Respuesta Humanitaria para Iraq, de Ocha.
«Tanto el gobierno federal iraquí como el gobierno regional de Kurdistán ofrecieron hacer una campaña de mensajes de texto a todos los titulares de teléfonos móviles en ciertas áreas, por lo que esperamos enviar un mensaje a todos los teléfonos móviles en Iraq con información sobre el centro de llamadas», señaló Elbayar.
El Plan de Respuesta Humanitaria para 2015 estima que cerca de 6,7 millones de personas no tienen acceso a servicios de salud, y que 4,1 millones de los 7,1 millones de personas que actualmente no cuentan con servicios de agua, saneamiento e higiene padecen una «necesidad extrema».
Los niños y niñas son los más afectados, muchos de ellos heridos, maltratados, traumatizados o al borde de morir de hambre. Casi tres millones de niños y adolescentes afectados por el conflicto no asisten a un centro de enseñanza.
Cincuenta por ciento de los desplazados necesitan refugio con urgencia y 700.000 sobreviven en tiendas de campaña improvisadas o edificios abandonados.
En junio, Ocha reportó que «gran parte del cinturón cerealero iraquí está bajo el control directo de los grupos armados. La infraestructura fue destruida y la producción de cultivos mermó considerablemente».
En consecuencia, unos 4,4 millones de personas necesitan asistencia alimentaria de emergencia. Muchas están desnutridas y decenas de miles se saltean al menos una comida por día, mientras que otras pasan el día entero sin comer.
Queda por verse si la línea de ayuda logrará mitigar a largo plazo la difícil situación de los desplazados, mientras que las agencias humanitarias lidian con grandes déficit de financiación y la cantidad de personas necesitadas no da señales de disminuir.
- Editado por Kitty Stapp
- Traducido por Álvaro Queiruga
- Publicado inicialmente en IPS Noticias