Desde el movimiento europeo DiEM25, fundado por el exministro griego Yanis Varoufakis, se insta a la ciudadanía francesa a que voten en la primera ronda de las Elecciones Presidenciales, que se celebrará el 23 de abril de 2017, a cualquier candidato exceptuando a Le Pen o Fillon, y hacer campaña por una única lista progresista e internacionalista de candidatos al Parlamento en las elecciones legislativas.
Para hacer esta propuesta, se ha tenido en cuenta que el sistema político francés dota de una serie de poderes determinantes a una sola figura, la del presidente, lo que entra en conflicto con los principios democráticos que defiende DiEM25.
Por este motivo y dada la repercusión que tendrá en Europa la elección del nuevo presidente de Francia, se ha hecho una valoración de cada candidato usando como referencia las propuestas del New Deal, aprobadas por DiEM25 en Roma el pasado 25 de marzo, de la que se deducen las siguientes conclusiones:
Se tiene la firme convicción de que tanto Marine Le Pen (Frente Nacional), como François Fillon (Los Republicanos), partidario del neoliberalismo más austero, son candidatos hacia los que DiEM25 debe dirigir una enérgica contra-campaña. conclusión que deja tres posibles candidatos:
- Benoît Hamon: Una parte de sus políticas coinciden con las de DiEM25, pero se consideran «copias débiles» de las que propugna DiEM25, de manera que es más fácil para los oponentes de Hamon atacar sus propuestas. En cuanto a la democratización del euro, Hamon ha adoptado un modelo federal en el que la Cámara Europea podría legitimar una eurozona en situación de recesión macroeconómica con el parlamentarismo como coartada. Aquí es donde se contradice con las propuestas que plantea DiEM25 en el New Deal para la recuperación y estabilización económicas, y para conseguir un proceso hacia una Asamblea Constituyente.
- Emmanuel Macron: Defiende una posición proeuropeísta que aparentemente se ajusta a algunas de las posturas de DiEM25 (algunos ejemplos son la demanda de convenciones democráticas pan-europeas, el asunto de las personas refugiadas, políticas que favorezcan medios federales). Sin embargo, está también dispuesto a ceder tanto a la implementación de políticas de austeridad generales y de reformas laborales de carácter neoliberal, como a la reducción de impuestos para las grandes fortunas.
- Jean-Luc Mélenchon: Su programa comparte algunas similitudes con el de Hamon. En él reclama que el BCE absorba una parte importante de la deuda pública; aborda también el asunto energético, la transición ecológica o la convergencia social. Mélenchon, sin embargo, pretende ir más allá al proponer un plan A que exige a Berlín una concesión en la que se comprometa a no aplicar un plan diferente que se convierta en un anteproyecto enfocado a desintegrar la Unión Europea. En resumen, su plan B consiste en que el plan A tenga un éxito rotundo, algo que DiEM25 no respalda porque considera que, aunque las intenciones de Mélenchon puedan ser buenas, esta decisión «sería un regalo para el discurso de la Internacional Nacionalista» de la extrema derecha.