Como periodista, los peligros a los que te enfrentas son cada vez mayores. Sin la protección adecuada frente a las amenazas en línea, corres el riesgo de que los hackers te roben información confidencial, expongan a tus fuentes, rompan tu anonimato o se hagan con tus historias no publicadas. Serías víctima de chantaje, o algo peor. Los periodistas modernos tienen que ser seguros pero abiertos, privados pero accesibles y prominentes pero discretos. La pregunta es: ¿Cómo puede un periodista lograr este delicado equilibrio?
La respuesta es en gran medida individual para cada periodista y depende de una serie de factores, como dónde está trabajando, en qué temas está trabajando y cómo realiza su trabajo. Lo que sí necesita es el conocimiento y las herramientas adecuadas para tomar decisiones informadas sobre cómo mantenerse seguro y privado y hacer su trabajo sin temor a represalias.
- Mantente en el anonimato mientras investigas en Internet utilizando herramientas de protección de la privacidad como las Virtual Private Network (VPN router), el cifrado y el navegador TOR.
- Protege a tus fuentes utilizando canales seguros para comunicarte e intercambiar información crítica.
- Proteja su propia privacidad limitando la cantidad de información pública disponible sobre usted.
La distopía de la vigilancia digital es real. Los avances tecnológicos hacen cada vez más difícil mantenerse seguro en Internet, sobre todo si eres periodista y buscas la última primicia. Pero no es un asunto imposible.
Las amenazas
Veamos con un poco más de detalle las amenazas y los desafíos que podría enfrentar todos los días. Con algunos de estos estarás muy familiarizado, pero es posible que otros no se te hayan ocurrido. Pero el hecho de que algo no se te haya pasado por la cabeza antes no significa que no serás víctima de ello.
Por lo tanto, vale la pena leer los siguientes puntos para asegurarse de que es plenamente consciente de los desafíos a los que se enfrenta.
Vigilancia gubernamental y libertad de prensa
Según la ONG Freedom House, que documenta la libertad de prensa en todo el mundo, el auge del llamado populismo de derechas y la elección de líderes políticos fuertes ha hecho que países tan diversos como Hungría, Israel o la India tomen medidas drásticas contra la libertad de prensa.
Incluso en países que se presentan como bastiones de la libertad de expresión, los medios de comunicación se han visto sometidos a presiones. En Estados Unidos, el presidente Donald Trump reprochaba a los medios de comunicación su parcialidad ante cualquier artículo crítico con él o con su administración. En Reino Unido, el referéndum sobre el Brexit creo una oleada de críticas por su sesgo percibido.
Pero aunque el entorno es cada vez más difícil para los periodistas en estos países, no se puede negar que es en los Estados autoritarios de partido único donde las cosas están peor. En esos países, los periodistas nacionales se ven sometidos a enormes presiones para que sigan la línea de sus gobiernos. Los periodistas extranjeros que trabajan en esos países también corren grandes riesgos al publicar contenidos críticos.
Noticias falsas (Fake News)
Noticias falsas un término que se ha incrustado al léxico común con asombrosa rapidez. La publicación de información falsa o «Fake News«, como se les suele describir, es una táctica popular de los regímenes autoritarios de todo el mundo.
También es una herramienta útil que estos regímenes utilizan para perturbar a los países democráticos. El impacto de las noticias falsas en Estados Unidos está bien documentado, mientras que algunos sospechan que también desempeñó un papel en la decisión del Reino Unido de abandonar la Unión Europea.
Desde la perspectiva de un periodista, el problema de las noticias falsas plantea varios retos.
Significa que hay que escudriñar las fuentes mucho más que antes para asegurarse de que revelan hechos y no alternativas.
Si publica artículos que cuestionan noticias falsas, es probable que se enfrente a mucha más hostilidad en Internet, ya que quienes crearon y respaldan las noticias falsas intentan desacreditarle a usted y a su historia.
Las noticias falsas también pueden influir en sus empleadores. La mayoría de los medios de comunicación gratuitos están en manos privadas y necesitan ganar dinero.
Eso significa que tienen que publicar historias que la gente quiera leer, y a muchos de ellos no les importa demasiado si esa historia es objetivamente exacta o no.
Para la mayoría de los periodistas, las noticias falsas son la antítesis de todo aquello en lo que creen. Sin embargo, pueden afectar a su vida profesional cada día y la mayoría necesita desarrollar estrategias para enfrentarse tanto a las noticias falsas como a sus consecuencias.
Ataques de phishing
Los periodistas son un objetivo atractivo para los hackers patrocinados por el Estado en países donde la libertad de prensa es limitada.
Estos hackers moverán cielo y tierra para acceder a los datos, notas y fuentes de los periodistas, ya sea para identificar y evitar que se publiquen historias o para encontrar pruebas con las que detener, encarcelar o deportar al periodista.
Uno de los métodos más comunes para comprometer los dispositivos y datos de un periodista es un ataque de phishing.
Se trata de correos electrónicos falsos que parecen auténticos, procedentes de fuentes legítimas, pero que, al abrirlos, contienen archivos adjuntos corruptos o enlaces a sitios web falsos que descargan malware, spyware u otros programas maliciosos.
Todo el mundo debe ser consciente de los riesgos de los ataques de phishing, pero la naturaleza de su trabajo hace que los periodistas tengan muchas más probabilidades de ser blanco de estos ataques que el resto de nosotros.
Ataques DOI (Denegación de Servicios)
Los ataques de denegación de información se producen cuando un hacker malintencionado utiliza bots para inundar un canal de información con solicitudes para desconectarlo e impedir el acceso a una noticia legítima que vaya en contra de sus intereses.
Es un método utilizado con frecuencia por regímenes como los de China y Rusia en todo el mundo.
Aunque los ataques DOI suelen dirigirse a los sitios web de las publicaciones, si los periodistas publican contenidos en sus propios sitios, también pueden ser objeto de ellos, y las cuentas de las redes sociales también han sido víctimas.
Trolling
El «trolling» o troleo es un problema común en Internet, pero para los periodistas que escriben sobre temas que desafían a grupos de intereses creados, puede llegar a ser mucho más grave.
Además de criticar la noticia e insultar a la persona que la ha escrito, los trolls pueden amenazar de muerte, acusar a los periodistas de delitos repugnantes y amenazar a familiares e hijos.
A menudo, el trolling procede de cuentas anónimas y los periodistas tienen pocos medios para responder.
El riesgo de que el trolling vaya demasiado lejos es una de las razones por las que los periodistas tienen que ser tan cuidadosos con su información personal para asegurarse de que estos trolls anónimos no puedan averiguar información como dónde vives o a qué colegio van tus hijos.
Deepfakes
Los deepfakes son vídeos generados por inteligencia artificial que pueden superponer de forma realista la cara de una persona a otra para que parezca que está diciendo o haciendo algo que no está haciendo. Estos vídeos suponen un problema para los periodistas por dos motivos principales.
Pueden utilizarse para engañar a un periodista para que publique una historia sobre alguien que no es cierta y se basa en información falsa. O pueden utilizarse como herramienta para trollear a los periodistas, poniendo su cara en un vídeo para intentar incriminarlos o avergonzarlos.
Doxxing
Doxxing es el término utilizado para hacer pública la información privada sobre un individuo con la intención de causarle daño o inconveniente a esa persona.
Esto puede ser una gran amenaza para los periodistas, particularmente en países donde los regímenes o las religiones rutinariamente lavan el cerebro a las personas. Si un periodista escribe algo que desafía el statu quo y su dirección se hace pública, puede sobrevenir el gobierno de la mafia.
Incluso en los países occidentales, los periodistas se han enfrentado a turbas de odio y protestas como resultado de escribir algo con lo que otras personas no están de acuerdo.
Del mismo modo, la filtración de números de teléfonos móviles puede causar grandes inconvenientes, ya que se ve inundado de llamadas y mensajes hostiles. Esto a menudo resulta en tener que cambiar números, lo cual es un gran inconveniente para cualquier periodista.
DoubleSwitch
El double switching es un tipo de ciberataque en las redes sociales en el que un hacker se apodera de una cuenta legítima en Facebook o Twitter y la utiliza para difamar y avergonzar al usuario original o difundir información falsa.
Numerosas personalidades públicas han visto secuestradas sus cuentas en las redes sociales, pero los periodistas parecen ser un objetivo especialmente popular.
Email Bombing
Esta es una de las formas más pueriles de ciberataque que consiste en registrar la cuenta de correo electrónico de una persona en una gran cantidad de sitios para inundar su cuenta con correo basura y spam. Es otra táctica que parece usarse comúnmente contra periodistas cuyas cuentas oficiales a menudo son de dominio público.
La mayoría de las redes sociales disponen de herramientas que permiten a los usuarios denunciar a otras cuentas que consideren ofensivas o que infrinjan las normas de alguna manera.
Si el número de personas que denuncian es suficiente, se puede conseguir que se retiren cuentas legítimas, una técnica muy utilizada contra los periodistas.
Hay muchas otras amenazas a la seguridad y la privacidad de los periodistas en Internet, independientemente del lugar del mundo en el que operen. Estaríamos aquí todo el día si intentáramos enumerarlas todas.
Así pues, pasemos ahora al meollo de esta guía y abordemos algunas de las mejores formas en que los periodistas pueden mantenerse a salvo, seguros y privados en Internet.
¿Qué VPN deberían usar los periodistas?
La primera cosa clave que todos los periodistas deben recordar es evitar las VPN gratuitas a toda costa, no merecen la pena. Una VPN premium sólo te costará unos pocos dólares al mes como mucho, pero merecen la pena por el nivel de privacidad, seguridad y tranquilidad que pueden proporcionarte.
No existen VPN dirigidas específicamente a periodistas, pero esto se debe a que la mayoría de las VPN personales ofrecen todo lo que un periodista necesita para proteger todos sus dispositivos. Sin embargo, los periodistas deben ser muy cautelosos a la hora de elegir su proveedor de VPN para asegurarse de que terminan con una VPN que hace todo lo que necesitan.