Investigadores de varios grupos científicos de la Universidad de Almería entre los que se encuentran psicofarmacólogos, neurotoxicólogos, neuropsicólogos, han demostrado en un estudio llamado «Neuropsicología experimental y aplicada e investigación neurociencia cognitiva» publicada en la revista Nutrición hospitalaria, que el consumo de bacterias en pacientes con fibromialgia mejora la toma de decisiones hacia las actividades que realizan.
En ese sentido, la ingesta de microorganismos aumenta la predisposición para poder cambiar de una actividad a otra y les procura la concentración. Estos pacientes presentan habitualmente síntomas cognitivos graves, tales como la pérdida de memoria, la disminución del vocabulario y también en ocasiones, lentitud mental. En ese sentido, se ha estudiado que la fibromialgia está asociada a la disfunción emocional y también a cambios del estado de ánimo. Los pacientes presentan signos de fatiga y cansancio continuados lo que les impide continuar una labor o iniciar otra.
En este trabajo se explican los efectos que provocan las cuatro cepas probióticas que aportan equilibrio a la flora intestinal, la defensa del sistema inmunológico así como una mejor digestión. Los ensayos realizados in vivo constatan que habiendo ingerido cantidades adecuadas, las funciones cognitivas complejas, normalmente alteradas en estos pacientes, mejoran. Asimismo, se demuestra que se disminuye la intensidad de la ansiedad y presentan una mejora de los síntomas depresivos que suelen acompañar a estos pacientes.
Es curioso resaltar cómo tras la evaluación, se obtuvieron resultados que señalaban que la ingesta de microorganismos afectaban al nivel del estrés, medido a través del cortisol; hormona que se libera en situaciones de estrés, así como la mejora de aspectos cognitivos. Los pacientes tomaron durante el estudio probióticos orales (L. Rhamnosus GG, Casei Acidophilus y B. Bifidus) y mostraron tras varias semanas una flexibilidad cognitiva mayor y una mejora de su ansiedad.