Los inversores deben tener un amplio conocimiento sobre el mercado en el que quieren invertir, ya que elevarán así sus probabilidades de éxito. En este contexto, las finanzas conductuales tienen mucho que enseñarnos.
Están relacionadas con el estudio de la psicología de los inversores para conocer cómo funciona el mercado, así como los diferentes factores o aspectos que pueden producir cambios. Además, también se basa en los sesgos (orientaciones) que no deberían tenerse en cuenta.
Vamos a profundizar estos términos en detalle:
Sesgos de inversión: ¿Por qué conviene evitarlos y cuáles son los más utilizados?
Aunque sin duda la suerte influye en cualquier inversión, en ningún caso es un factor definitivo. Los inversores deben seguir una estrategia sólida para alcanzar los resultados planteados.
Ciertos sesgos pueden evitar que sigamos este camino marcado y que todo termine en desastre.
Los sesgos emocionales son los que se observan con más frecuencia. Se pueden definir como aquellas acciones o conductas que se alejan de una forma de actuar racional para seguir un impulso o premisas absurdas.
El sesgo de aversión a las pérdidas es otro de los más habituales. Se basa en la creencia de poder recuperar lo perdido si invertimos con rapidez. También están relacionados con mantener una posición que ha tenido una gran caída, durante mucho tiempo, con el objetivo de que remonte en algún momento.
Otro que deberíamos tener en cuenta es el sesgo del exceso de confianza. Suele darse cuando estamos ante un evento que no es normal (como podría ser la pandemia de la COVID-19). Puede estar relacionado con la propensión a arrepentirse y resultan en seguir unos malos hábitos de previsión y estudiar con demasiado detalle aquellos eventos que son casi imposibles de que sucedan.
Tampoco deberíamos perder de vista el sesgo de ingresos. Se produce cuando los inversores están invirtiendo en activos con un retorno constante, independientemente del potencial de crecimiento que otros activos puedan tener aunque no paguen tantas rentas.
El sesgo de disponibilidad alude a cuando un inversor se decanta únicamente por aquellos activos que están disponibles y/o los primeros que se les pasa por la cabeza. Aquí también podríamos estar hablando del sesgo local que se refiere a la compra de aquellos activos que están más cercanos al inversor.
No debemos cometer el error de integrar todos los activos y pasivos, ya que esto tan solo provocará que se incremente el riesgo de las carteras. Por ejemplo, no vale la pena comprar acciones únicamente de la empresa en la que trabajamos.
Ahora que ya conoces qué son las finanzas conductuales y los sesgos de inversión, asegúrate de tenerlos en cuenta antes de hacer ningún tipo de operación.