En la precariedad en la que la adolescencia está aprendiendo a vivir no reparamos casi nunca. Acaso porque en la modernidad de esta falsa progresía analfabeta, les apartamos de la belleza de las cosas que en otro tiempo nos hacía palidecer a los que sentimos las intangibles sensaciones que nos regala el escenario de despertarnos cada mañana. Hoy todo tiene que ver con los reels, el carrete de la ignorancia convertido en gurú.

Los padres depositan eso que se llama conocimiento en un aparato que suelen regalarles cuando hacen la Primera y última Comunión. A propósito de ello, el infante, con poco menos de diez años atisba lo que se le viene encima en cuestión de cantidad y otea un horizonte lleno de dudas, de opiniones, de vídeos, de pornografía, de datos y números, reels de iguales y muchas otras cosas que le distraen de lo importante, le hacen perder el foco; y sobre todo, es manipulado desde la tierna infancia por los Zuckerberg de turno que irán hilando un verdadero reel de su persona

FOTOS, INFORMACIÓN Y UN MONTÓN DE CUESTIONES QUE EL MENOR CONFESARÁ, NO FILTRARÁ Y NO CAERÁ EN LA CUENTA, PORQUE TENDRÁ QUE REGISTRARSE ALLÁ EN DONDE ENTRE.

Atrás se quedaron los libros, la filosofía y la sabiduría de otros tiempos para dar cabida a los gurús iletrados que hoy llaman, nuestros chicos, influencers. Estos, que tienen detrás de sí un importante problema que saldrá más adelante descrito; acaso un narcisismo encubierto, una baja autoestima, la necesidad de ser grabados, la acción en red y sobre todo, los llamados likes para poder sobrevivir e identificarse con alguien. El fracaso, la falta de seguidores y las consecuencias de no ser nadie está siendo registrado en diversos estudios, pero psiquiatras y psicólogos ya acusan la era de la tecnología y los verdaderos tutores de los menores.

AHORA TODO SE CIÑE A LOS LLAMADOS «REELS».

SI NO HACES UNO, NO ERES NADIE. SEPAS LO Q SEPAS; DIGAS LO Q DIGAS, HAGAS LO QUE HAGAS.

Paquita, quien es ama de casa, es grabada por su hija porque hace bien las croquetas. Manolo, el abuelo de Natalia, baila y hace el tonto para que la gente se ría de él y de los ancianos como él, porque así tienen likes, que decir «Me gusta» suena muy paleto. Y así las cosas, va generándose una bola de horas muertas siendo aconsejados por analfabetos acerca de nutrición, consejos de salud, bienestar, psicología, entre otras cuestiones menos importantes, como pueden ser limpiar ventanas, trucos para convertir una botella de plástico en un florero y otras tendencias secretas.

ESTO, QUE PARECE LO QUE ES ,SOSTIENE UNA FRÁGIL PERSONALIDAD; UNA AUTOESTIMA INEXISTENTE Y UNA CONSIDERACIÓN IRREAL ACERCA DE LO QUE SUPONE SER ALGUIEN EN LA VIDA; EN INTERNET, EN TU ENTORNO, SEGÚN APUNTA CARMEN MONEDERO, PSICÓLOGA

Se habla poco de la ridiculización de las personas mayores, que de hacer un gesto espontáneo pasan a seguir un guion que conforme una auténtica película en donde son los protagonistas. Los nietos, que cortarán y pegarán cuanto sea necesario en una edición de vídeo, harán los reels o carretes de sus respectivos abuelos para que sean motivo de risión (visitas) y por tanto, algunos lleguen a ser también los influencers de edad.

Y ahora ¿qué supone tener un reel en la Red?

En las diversas redes sociales los protagonistas de los reels son jóvenes que incorporan a su día a día una forma de vida que espera ser consumido, devorado e imitado por otros. Por ello, dentro de las prácticas en donde exponen quiénes son o qué hacen manifiestan un proceso de socialización y consumo de información que arrastra masas, (o no) hacia una forma de vida que llega a crear adicción.

Lo que en otro tiempo era ser fan de un cantante, hoy se vuelca la gente con un instagramer que hace reels para ser vistos por otros y con ello, generar un interés inusitado y en muchas ocasiones, arrebatan conocimientos a otros profesionales para apropiarse de datos e información y captar adeptos

CONSEJOS DE NUTRICIÓN, CUIDADO DEL CABELLO, INGESTA DE PRODUCTOS, BIENES O MEDICAMENTOS QUE CUALQUIERA PUEDE DIFUNDIR Y HACERSE ECO DE SU GRADO DE SATISFACCIÓN CUANDO NI TIENE LOS CONOCIMIENTOS NI ESTUDIOS PARA HACERLO.

La inmersión en este proceso imparable de digitalización de los chicos permite que estos aumenten sus relaciones personales, sus hábitos, su manera de divertirse y —potencialmente— la posibilidad de crear, difundir, expandir y sobre todo modificar su modus vivendi respecto a su audiencia; algo que los medios de comunicación procuramos a la hora de adaptar o readaptar gustos y necesidades de nuestros lectores, oyentes o espectadores.

En ese sentido, la capacidad de comunicarse, opinar, comentar, etiquetar, intervenir y consumir a demanda cualquiera de las cuestiones que buscan (y encuentran) hacen que sin querer sean los dueños absolutos (sin apenas conocimiento alguno) de contenidos que se difunden sin filtro.

SOBRE ESTA PRÁCTICA, ADVIERTEN LOS PSICÓLOGOS DE ADOLESCENTES, SE DEBE CONTROLAR CUANTO LES LLEGA Y NO DEBEN LOS PROGENITORES PERMITIR QUE SEAN REFERENTES DE SUS RESPECTIVOS HIJOS Y QUE ESTOS IMITEN CONDUCTAS, SU MODUS OPERANDI Y EL ARTE DE HACER REELS A DIARIO PARA SER ALGUIEN.

La fama, la efímera respuesta y los considerandos en torno a personajes famosos que empezaron difundiendo contenidos ha generado una expectativa irreal de lo que acontece, que deriva en conductas alteradas que manifiestan angustia, ansiedad, insomnio, entre otra serie de síntomas que contrarrestan la realidad de lo que se vive, que es la vida real, lejos de los focos, de lo mediático, de los seguidores. Ir al colegio, estudiar, examinarse, etcétera.

En torno a todo ello, en la publicación de posts y de reels, muchos adolescentes manifiestan desamparo, soledad, miedo, inseguridad. Algunos han tenido alguna tentativa de suicidio y son objeto de análisis para los profesionales de la salud mental, que diagnostican entre otras cuestiones: un importante deterioro de sus relaciones personales fuera de la red; una falta de rigor a la hora de seleccionar contenidos de calidad; una falta de interés por asuntos relacionados con la cultura, entre otras manifestaciones que derivan en prácticas más o menos complejas, según los estudios que definieron Tiggemann y Zaccardo en 2018. Soledad, insatisfacción corporal, comparación permanente, ideales irreales, trastornos de la conducta alimentaria (TCA) —según predijo Custers en 2015— no están aún siendo estudiados suficientemente porque todo esto va demasiado deprisa, alertan los expertos.

PROMOVER ACTITUDES EXTREMAS, RIESGOS, EJERCICIO COMPULSIVO, CONSUMO DE ALGUNOS NUTRIENTES, CONSEJOS DE ALIMENTACIÓN PROTEICA, DIETAS IMPOSIBLES, PÉRDIDA DE PESO BRUSCAMENTE O DE MANERA POCO SALUDABLE, ENTRE OTRAS MANIFESTACIONES, LOS JÓVENES GENERAN CONDUCTAS CONTRARIAS A LA SOCIALIZACIÓN CON SUS IGUALES.

De igual forma los jóvenes, muestran un cambio radical de comportamiento y un aislamiento progresivo de la sociedad que no «consume» lo que ellos manifiestan querer y por tanto deriva en una permanente insatisfacción, porque los modelos cambian y ellos no tienen criterio para distinguir el trigo de la paja. Según estudia Thorisdottir en 2019 en su investigación acerca de la escala multidimensional de la ansiedad en jóvenes y niños o Lowe Calverley, quien determina la escala de depresión, ansiedad y estrés de estos, así como la insatisfacción vital y la pérdida de autoestima, esto solo es la punta del iceberg.

Los millenials han llegado a tocar quizá, el fondo de la cuestión, porque su modus operandi ya roza en una transformación impactante que les conduce a una adicción por los móviles, por las redes, por sus cuentas, seguidores, etcétera, y les arrastra hacia comportamientos de ficción en donde lo real no existe y lo que se comparte desaparece para dar cabida a lo siguiente al minuto siguiente.

Son muchos los autores y muchos más estudios los que incorporan terminología nueva de fenómenos y modelos de conductas erráticos, como la fitspiration, que trae una mayor frustración a las mujeres que no logran llegar a conseguir la apariencia física de otras que ven en la red, cuyas curvas han sido modificadas con programas y permiten que se distorsione cuanto se ve y se procure ser más delgada, más musculosa, más… sin control alguno.

La permanente insatisfacción y el consumo por los adolescentes de estos reels generarán en poco tiempo adultos seriamente enfermos que necesitarán de tratamiento y acompañamiento multidisciplinar, porque la vida es lo que es, la realidad es lo que parece y sin formación alguna o con pocas herramientas para seleccionar qué es lo verdaderamente importante, tendrán problemas a la hora de continuar en el largo camino de la vida; una opción que quizá sí ha contemplado Mark Zuckerberg.

Ana De Luis Otero
PhD, Doctora C.C. Información - Periodista - Editora Adjunta de Periodistas en Español - Directora Prensa Social- Máster en Dirección Comercial y Marketing - Exdirectora del diario Qué Dicen - Divulgadora Científica - Profesora Universitaria C.C. de la Información - Fotógrafo - Comprometida con la Discapacidad y la Dependencia. Secretaria General del Consejo Español para la Discapacidad y Dependencia CEDDD.org Presidenta y Fundadora de D.O.C.E. (Discapacitados Otros Ciegos de España) (Baja Visión y enfermedades congénitas que causan Ceguera Legal) asociaciondoce.com - Miembro Consejo Asesor de la Fundación Juan José López-Ibor -fundacionlopezibor.es/quienes-somos/consejo-asesor - Miembro del Comité Asesor de Ética Asistencial Eulen Servicios Sociosanitarios - sociosanitarios.eulen.com/quienes-somos/comite-etica-asistencial - Miembro de The International Media Conferences on Human Rights (United Nations, Switzerland) - Libros: Coautora del libro El Cerebro Religioso junto a la Profesora María Inés López-Ibor. Editorial El País Colección Neurociencia y Psicología https://colecciones.elpais.com/literatura/62-neurociencia-psicologia.html / Autora del Libro Fotografía Social.- Editorial Anaya / Consultora de Comunicación Médica. www.consultoriadecomunicacion.com Actualmente escribo La makila de avellano (poemario) y una novela titulada La Sopa Boba. Contacto Periodistas en Español: [email protected]

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