Hace unos días ha tenido lugar en el Conversatorio de la Secretaría General Iberoamericana (SEGIB) la presentación del Informe Iberoamérica 2023 de la Fundación Alternativas, titulado «América Latina y Europa: más allá de la Cumbre». En la presentación, además del secretario general iberoamericano Andrés Allamand, quien destacó que los temas que aborda el informe son prioritarios para la SEGIB, intervinieron algunos autores como Alicia Bárcena (virtual), Vicente Palacio y Érika Rodríguez Pinzón (coordinadores), José Antonio Sanahuja y Lorena Ruano. De entre los muchos asuntos que aborda el informe destacamos, autor por autor, los que siguen.
La autora del Prefacio, Alicia Bárcena, actual embajadora de México en Chile, entiende que el informe responde a la necesidad de renovar el diálogo UE-ALC, estancado desde 2015, y replantear el modelo de cooperación entre ambas regiones.
Los coordinadores, Érika Rodríguez Pinzón, asesora especial del Alto representante de la UE para las relaciones UE-LATAM, y Vicente Palacio, director de Política Exterior de la Fundación Alternativas, señalan que, desde la última Cumbre en 2015, se han producido varias reuniones para llegar al momento actual, en el que se acentúa la desorientación respecto a la autonomía estratégica. La cooperación birregional es importante, tiene que ser un trabajo continuo más allá de la Cumbre: pobreza, desigualdad, seguridad, migraciones, participación de la sociedad civil y calidad de la democracia. Incluso podría ser conveniente la creación de una secretaría general euro-latinoamericana.
José Antonio Sanahuja, catedrático de Relaciones Internacionales de la Universidad Complutense de Madrid (UCM) y asesor especial para América Latina y el Caribe de Josep Borrell, contribuye al informe con un magnífico trabajo titulado «América Latina y la Unión Europea. Oportunidades, riesgos y necesidad de una relación renovada», dado que ambas regiones pueden desempeñar un papel importante en la recuperación postpandemia y en la «triple transición» hacia una economía más sostenible, digital e inclusiva.
Las prioridades de la UE y la Comunidad de Estados Latinoamericanos y Caribeños (CELAC) son: 1) Intensificar el diálogo político al más alto nivel; 2) Modernizar y culminar la red de acuerdos comerciales y de asociación que ya tenemos; 3) Buscar alianzas en torno a prioridades compartidas: cohesión social o cambio climático o revolución digital; y 4) Colaborar en la promoción de la paz, la democracia y los derechos humanos, que es lo más importante en estos momentos.
Para avanzar en esas prioridades es necesaria una relación política renovada entre ambas regiones basada en los principios de autonomía estratégica y los valores democráticos; una relación que debería definir estrategias novedosas de asociación económica, comercial y de cooperación. En este sentido, la cooperación para el desarrollo europea tendría que reorientarse para promover una triple transición: socioeconómica, digital y ecológica, con unas relaciones más horizontales e inclusivas, complementadas con elementos tan importantes como el acceso a la financiación, el tratamiento de la deuda o la fiscalidad, abriéndose a todos los países con enfoques a medida para cada país y sumándose a la cooperación Sur-Sur y Triangular. Por lo que se refiere a los acuerdos de asociación, además de ser comerciales, tienen ahora un carácter geoestratégico si se quiere alcanzar la autonomía estratégica y por ello hay que reforzar sus «salvaguardas» añadiendo compromisos imperativos.
En definitiva, el acercamiento entre la UE y ALC debe ir más allá de la Presidencia española.
Lorena Ruano, profesora-investigadora de Relaciones internacionales en el Centro de Investigación y Docencia Económica (CIDE) de México, en el trabajo titulado «La agenda ambiental y de transición energética en la UE y AL. Sinergias y desafíos» señala, entre otras cosas, que Lula está volviendo a la agenda verde con la convocatoria de la Cumbre del Amazonas, que es apreciable la descoordinación de los países latinoamericanos y que la cooperación para el desarrollo debería considerar la responsabilidad social en las zonas de extracción y preparar a los exportadores latinoamericanos para cumplir con la nueva reglamentación del Pacto Verde europeo.
Por su parte Marcos Criado de Diego, miembro de la Red de Investigación Respuestas a la Corrupción Asociada el Crimen Organizado Transnacional, señala que la corrupción es la causa principal de la desigualdad y por ello la cooperación debe dar continuidad al programa Asistencia contra el Crimen (El PAcCTO) y al programa de Cohesión Social (EUROsociAL).
Marisa Ramos, Profesora titular de Ciencia Política y de la Administración de la UCM, en el trabajo titulado «Una nueva etapa de cooperación UE-AL. Riesgos y oportunidades», entre otras muchas cosas, hace una síntesis acertada: «Se necesita una agenda de cooperación renovada e innovadora que incluya temas como la recuperación económica inclusiva y sostenible, la digitalización, el multilateralismo y la seguridad y los derechos humanos, para abordar los complejos desafíos que enfrentan ambas regiones».
En el trabajo de Daniel Gayo Lafée, profesor titular de Economía aplicada de la Universidad Rey Juan Carlos (URJC), titulado «Relaciones económicas y comerciales UE y AL» encontramos, entre otras cosas, datos de interés sobre la cooperación de la UE hacia ALC. Así, entre la crisis financiera (2007) hasta marzo de 2023 dicha cooperación ascendió a 59.472 millones de euros, de los cuales 29.559 fueron hacia Sudamérica, 25.389 hacia Centroamérica y México y 4794 de ayuda regional.
Los cuatro principales donantes europeos fueron: Alemania con 15.311 millones, la Comisión Europea con 11.580, Francia con 10.368 y España con 10.120. Y los principales receptores latinoamericanos fueron: Brasil con 7173, Colombia con 6357, México con 4285, Haití con 3362, Bolivia con 3263, Perú con 3188, Cuba con 3037, Guatemala con 2190, Ecuador con 2175 y Nicaragua con 2095.
Esta cooperación, alineada con los ODS, consistió en proyectos de educación superior, condonación de deuda, gestión medioambiental, intermediación financiera en el sector formal, energías renovables, biodiversidad, participación democrática y sociedad civil, material asistencial, transporte ferroviario, ayuda multisectorial, fortalecimiento del sector público y gestión administrativa y derechos humanos.
Ante el desarrollo de la cooperación Sur-Sur y Triangular, la UE ha jugado un papel destacado en esta última y entre 2015 y 2020 participó en el 65 por ciento de las iniciativas: Alemania en 87 iniciativas, España en 71, Luxemburgo en 31 y la Comisión Europea en diecinueve.
Las recomendaciones del autor para la Cumbre son: en lo que se refiere al comercio internacional, que se cierre el acuerdo con MERCOSUR; por lo que se refiere a las inversiones, reforzar la estrategia Global Gateway con proyectos concretos en ALC; y por lo que se refiere a la cooperación para el desarrollo, incrementar los flujos de Ayuda Oficial al Desarrollo (AOD) tanto de la UE como de la Comisión y reforzar la Cooperación Triangular y el Programa EUROsociAL.
Por último, Érika Rodríguez Pinzón, en el trabajo titulado «La seguridad en la relación eurolatinoamericana», afirma que las amenazas contra la seguridad plantean graves problemas a la democracia y al estado de derecho y, tras referirse a los programas plurianuales de la UE en los últimos años, concluye afirmando la conveniencia de caminar hacia una agenda de seguridad estratégica birregional fortaleciendo las valores comunes y la autonomía de las dos regiones.
Estamos pues ante un informe que sugiere iniciativas de las que, posiblemente, oiremos hablar en los próximos meses. Hasta ahora hemos conocido que España aportará 9400 millones de euros para incentivar la relación con ALC y hace unos días que el viaje a la región de Von der Leyen en junio podría tener como uno de sus objetivos la creación de un órgano de representación permanente.
Pero también son posibles otros: disposición para fijar la próxima Cumbre en 2025, para reactivar las cumbres con Brasil y México, para reactivar y finalizar acuerdos comerciales y para iniciar inversiones a través de la Estrategia Global Gateway, con China al fondo.
Todo parece indicar que la Cumbre de julio servirá para comenzar a reactivar las relaciones de la UE con ALC. Veremos.