En la Edición número 28 de la recién terminada Feria Internacional del Libro en Bogotá, alguien robó de una vitrina bajo llave un ejemplar de la primera edición de Editorial Sudamericana 1967, «Cien años de Soledad», firmada por Gabriel García Márquez, al librero Álvaro Castillo Granada, quien prestó tan preciada joya literaria para dicho evento.
El término Macondo, no puede ser un referente a un acto delictivo. Es un árbol, de ahí Gabo tomó el vocablo para crear Villa Macondo.
«En este pueblo no hay ladrones», cuento corto de García Márquez 1962, no corresponde con: «En esta Feria sí hay ladrones, del realismo mágico al realismo trágico en Filbo Bogotá 2015».
Hay que aclarar que fue un caso aislado y que no es una constante.
El fiscal general de Colombia, Eduardo Montealegre, pidió 20 años de prisión para el ladrón del libro, mientras que para delincuentes de cuello blanco, únicamente reciben condenas por tres años, otorgando finca por cárcel.
La Feria batió récord en asistencia y ventas, pero hay que ampliar las instalaciones urgentemente, porque no hay parqueaderos, baños, restaurantes y funcionarios informados lo suficiente, para tan inmensa demanda.
¿Por qué no venden abonos en la boletería? Cada día hay que hacer interminables filas para lograr entrar a diferentes eventos.