Pasado un tiempo desde la finalización, el 1 de octubre, de la Conferencia Mundial de Políticas Culturales y Desarrollo Sostenible (Mondiacult 2025) en Barcelona, volvemos a referirnos a la misma a sabiendas que dicho final abre un proceso de construcción de políticas, necesarias en todas las instituciones culturales, sean públicas o privadas.
Por otra parte, la UNESCO vive cambios importantes, lo que probablemente añadirá dificultades a dicha construcción de políticas.
Pero centrémonos ahora en el desarrollo de la Conferencia
La Mondiacult ha sido precedida por la Presentación del Plan de Derechos Culturales, posiblemente el plan más importante del ministro Ernst Urtasun al frente del Ministerio de Cultura y en cuya elaboración ha jugado un papel destacado la directora general de Derechos Culturales Jazmin Beirak.
También ha sido precedida por el Foro Ágora Cívica, en el que las organizaciones ciudadanas han debatido e intercambiado experiencias sobre el papel de la Cultura en la construcción de las sociedades contemporáneas y, por tanto, sobre la Inteligencia Artificial, la creatividad, la diversidad lingüística y los derechos culturales.
La juventud también participó en el diálogo sobre los ejes temáticos de la Conferencia, como la Cultura en la era digital, los derechos culturales y el papel de la Cultura en el desarrollo sostenible.
Buen comienzo de Mondiacult 2025 con la implicación de la ciudadanía en la Cultura.
Ceremonia de apertura
El ministro Urtasun, actuando ya como presidente de la Conferencia, llamó a ocupar la mesa a los vicepresidentes elegidos, las ministras de Cultura de Letonia y Chile y los ministros de India y Mauritania.
Después de recordar a Federico Mayor Zaragoza tuvo lugar un homenaje al pueblo mexicano, que se cerró con una magnífica intervención de la secretaria de Estado de Cultura de México, Claudia Curiel de Icaza.
Con el saludo a las delegaciones y la especial bienvenida a la palestina, se dio paso a las autoridades. El presidente español, Pedro Sánchez, agradeció a Miquel Iceta, embajador de España en la UNESCO, el trabajo desarrollado y se refirió a la cultura como compromiso citando los conocidos versos del poeta palestino Marwan Makhoul: «Para escribir una poesía que no sea política, es necesario escuchar a los pájaros, pero para escucharlos es necesario que cese el bombardeo». Y continuaron en el uso de la palabra José Manuel Albares, ministro de Asuntos Exteriores, Unión Europea y Cooperación y Salvador Illa, presidente de la Generalitat de Cataluña.
Ernesto Ottone R., subdirector de Cultura de la UNESCO, tras disculpar a su directora Audrey Azoulay quien no asiste por razones ajenas a su voluntad, se refiere a la historia del proceso de Mondiacult, convertido en un verdadero pacto para el futuro. Se congratula de la asistencia y anuncia que el próximo Mondiacult, en 2029, tendrá lugar en Riad (Arabia Saudí).
La ceremonia de apertura, demasiado larga, concluía con la magnífica interpretación de unos versos de Lorca por Eva Hierbabuena y Miguel Poveda.
Ceremonia de clausura
El ministro Urtasun, presidente de la Conferencia, se refirió a las sesiones temáticas y a los eventos paralelos que se han celebrado. Tras dar la bienvenida a Audrey Azoulay, dio pasó a los representantes del Ágora Cívica y de los jóvenes que señalaron las conclusiones más importantes de sus reuniones.
El documento final de la Conferencia, la Declaración final, fue aprobado por unanimidad y Urtasun afirma: «Hemos enviado un mensaje al mundo en defensas del multilateralismo, como un instrumento de cooperación internacional frente a los ataques a los derechos internacionales» y pide que trabajen para conseguir que la Cultura sea un Objetivo de Desarrollo Sostenible.
Audrey Azoulay, tras agradecer a Barcerlona -que también será capital mundial de la Arquitectura en 2026- el esfuerzo para organizar Mondiacult y señalar que el próximo Mondiacult será en Riad en 2029, se refirió a que Mondiacult es una plataforma que muestra el poder de la Cultura: «Hacer de la cultura una fuerza de paz y diálogo: ese es el sentido de Mondiacult; un espacio universal, abierto a todos, que escucha a los demás, incluso a aquellos con los que no estamos de acuerdo».
La ministra de Cultura de Letonia, Agnese Lace, ejerció de relatora y se refirió, en primer lugar, a la participación: 2569 participantes de 163 países, entre ellos 118 ministros y viceministros, 90 organizaciones intergubernamentales, 100 Organizaciones no gubernamentales, 48 representantes de juventud de 34 países y representantes de la academia y de agencias de cooperación; en total veinte sesiones temáticas ministeriales y 195 eventos paralelos. Todo un éxito.
Y en segundo lugar, repasó los contenidos de las declaraciones regionales y de la Declaración Final.
Conclusión
En los próximos tiempos se producirán cambios en la UNESCO, como la segunda retirada de Estados Unidos, que no asistió en Barcelona -tampoco lo hizo Israel-, lo que generará problemas económicos al organismo.
Por otra parte, el Consejo Ejecutivo de la UNESCO ha nominado al egipcio Khaled el-Enany como nuevo director general sustituyendo a Audrey Azoulay, quien había ocupado la Dirección los últimos ocho años.
Khaled el-Enany es egiptólogo y fue ministro de Turismo y Antigüedades entre 2016 y 2019. El cargo tendrá que ser ratificado en la Cuarenta y tres Conferencia General de la UNESCO, que tendrá lugar el 9 de noviembre en Samarcanda (Uzbekistán).
Si a ello unimos la celebración del Mondiacult 2029 en Riad (Arabia Saudí), parece claro el protagonismo del mundo árabe en la próxima etapa.
Por todo ello, es muy necesario que estudiemos con detenimiento los documentos emanados de Mondicult 2025: la Declaración Final, el Informe Mundial de la UNESCO sobre Políticas Culturales (La cultura: el ODS ausente), las Reuniones Regionales y, por supuesto, el Plan de Derechos Culturales español, para construir políticas que nos ayuden a afrontar los graves problemas que tenemos planteados, entre otros, los relativos a la paz y al medio ambiente. La COP 30 de Belén do Pará (Brasil), será importante.
En definitiva, deberíamos convertir la Declaración en acciones: por ahí deben ir nuestros esfuerzos en el futuro.
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