El Tribunal Superior de Londres ha decidido este viernes que la aplicación de servicios de transporte de viajeros de Uber no es ilegal. En concreto, el juez ha declarado que los taxímetros no operan de la misma manera que la aplicación, ya que no dependen de las señales de GPS ni incluyen otras características tecnológicas que utiliza la aplicación para calcular las tarifas, según ha indicado la cadena británica BBC.
La Asociación de Conductores de Taxi con Licencia (LTDA, por sus siglas en inglés) solicitaba que el juez decretara que la aplicación actuaba como un contador y prohibiera su uso. El presidente de la asociación, Richard Massett, ha afirmado que LTDA apelará la decisión, informa Facua, Consumidores en Acción.
«Es un hecho que el smartphone funciona exactamente de la misma forma que un taxímetro. Calcula la tarifa por el tiempo empleado y la distancia cubierta, y así está realizando la misma función», ha apuntado Masset, de acuerdo con el medio británico.
Por su parte, la compañía propietaria de la aplicación ha celebrado la decisión del Tribunal Superior de Londres: «Esta es una victoria del sentido común y significa que no tendremos que hacer cambios innecesarios en la forma en que funciona Uber a día de hoy», ha indicado la compañía en un comunicado.
La compañía ha indicado que «no tienen sentido» las propuestas de prohibición de la aplicación, como una espera obligatoria de cinco minutos incluso si el coche se encuentra en la misma calle que el usuario o una prohibición en los monitores de los coches cuando el usuario abre la aplicación.
«Entendemos que los conductores de las ‘cabinas negras’ estén sintiendo la presión de servicios como Uber, pero la respuesta está en reducir las molestas regulaciones a estos vehículos, no introducir nuevas normas para toda una industria», ha señalado la compañía.
Uber ha asegurado que «todo el mundo está de acuerdo en la necesidad de reglas que protejan la seguridad de los pasajeros y la elección de los consumidores», pero que las propuestas de Transport for London, el cuerpo oficial responsable de esta materia en la capital británica, «no tienen sentido».