Taxistas Organizados de la Ciudad de México (TOCMX), junto con la Asociación Élite Taxi de Madrid, han anunciado la creación de un frente internacional contra Uber y Cabify.
“Queremos anunciar formalmente la conformación de un frente internacional en contra de la operación ilegal de estas empresas trasnacionales que ponen en riesgo al sector en todos los países a los que llega a operar”, ha asegurado Daniel Medina, portavoz de los taxistas mexicanos.
Y José Miguel Fúnez, presidente de Élite Taxi de Madrid ha respaldado el apoyo a los taxistas concesionados de México en su búsqueda por frenar las operaciones de Uber y Cabify (alquiler de vehículos de lujo con chofer) en todo el mundo. Dice que les apoyan los colegas de Francia, Bélgica, Brasil, Colombia y otros países bajo el lema “Uber off”.
“Queremos ofrecer a nuestros hermanos mexicanos nuestro apoyo para evitar las operaciones de Uber. Es una empresa ilegal y es una empresa que va mintiendo por los países donde pretende operar, adaptándose a las características legales de cada ciudad. Uber es ilegal en Francia, Alemania, España, Brasil y lucharemos para que en México también deje de operar”.
José Miguel Fúnez ha hecho un llamamiento a las autoridades mexicanas para que muestren “un poquito de cordura y contemplen que de aceptar que estas empresas continúen operando, dejarán en total indefensión a los más de 140.000 taxistas concesionados. Les pido que antes de regular comiencen a desviar la mirada a sus ciudadanos y sus taxistas, que no olviden quién los ha puesto en el poder”.
Los integrantes de TOCDMX y Elite Madrid dicen que, en apoyo a Colombia, país donde también existe una lucha en contra de Uber y Cabify, el próximo 29 de julio se llevará a cabo un plantón a las afueras de la Embajada Colombiana en el Distrito Federal.
“Haremos un plantón a manera de apoyo con nuestros amigos de Colombia y entregaremos una carta a sus autoridades para hacerles ver de qué manera estas empresas trasnacionales afectan al sector de taxistas legalmente establecidos”, expresó Ignacio Rodríguez, portavoz de los mexicanos.
Fúnez dijo que los taxistas mexicanos estarán apoyados “y uniremos ese apoyo a otras ciudades de Europa. Se pueden tener apoyo desde la recolección de firmas, concentraciones en las embajadas mexicanas en distintas ciudades de Europa o paro en apoyo a los taxistas de México (…) porque Uber es un monstruo incontrolable».
Sin apoyo gubernamental
El conflicto de los taxistas mexicanos saltó a los medios el pasado mes de marzo. Desde entonces ha habido varias reuniones con los responsables del Gobierno del Distrito Federal, quien recientemente anunció que quieren redactar una especie de regularización para que Uber pueda funcionar legalmente. Es decir, no está en su ánimo ilegalizar a los “intrusos”.
En este sentido lamentan que el Gobierno del Distrito Federal utilice órganos como la Cofece (Comisión Federal de Competencia Económica) o la Comisión de Derechos Humanos de la capital, el Laboratorio de la Ciudad y hasta el Senado de la República, para respaldar y crear una regulación totalmente amañada y que pasa por encima de la seguridad de los ciudadanos.
Julio A. Téllez Valdés, investigador del Instituto de Investigaciones Jurídicas de la UNAM, con gran prestigio en el ámbito de delitos informáticos, dice que las operaciones de Uber y Cabify, deberían ser cuestionadas y, en su caso, investigadas, para evitar que se ponga en riesgo a sus usuarios ya que mediante sus apps recaban información privada que se aloja en países como EEUU, donde no existe una ley de protección de datos y ésta pudiera utilizarse para fines delictivos.
Por su parte, Medina ha explicado que “en su aviso de privacidad, (Uber) estipula que, al aceptar las condiciones, mediante su aplicación (APP), (ellos) podrá tener acceso a la ubicación exacta del usuario, su geolocalización, rastreo de IP, información de contactos, preferencias, datos del dispositivo, acceso a llamadas, mensajes de texto, fecha y hora de acceso, páginas visitadas e información de otras fuentes, etcétera, y además podrá compartir toda esa información con sus subsidiarias y autoridades en caso de considerarlo necesario”.
Y lanza las siguientes cuestiones: “¿Por qué una empresa que tiene como domicilio Ámsterdam, Holanda, para la resolución de conflictos y legislación aplicable realiza sus operaciones de manera impune? ¿Por qué las autoridades del Distrito Federal se mantienen en la posición de abrirle las puertas a una empresa que aloja los datos e información de sus usuarios y sus choferes en EEUU, un país donde no existe una Ley de Protección de Datos?”
Medina se pregunta cómo es posible que, mientras en España, Francia, Brasil, y en otros países más, se está velando por la seguridad de sus usuarios y se frena la operación ilegal de Uber, en México no pase nada y hagan la vista gorda.
