Luis de Luis[1]
En un bar blanco se sientan dos (hasta ese momento) desconocidos: un hombre y una mujer y entablan un diálogo, mientras un camarero silente y presente hace de correvedile y el público da fe.
Así, durante un largo y profundo aperitivo, Juanma Lara y Roberta Pasquinucci se hacen cargo de un texto (preciso, exacto y soterrado de humor negro y lúcido) de Renato Gabrielli que utilizan para narrar y narrarse mientras, inevitables e imposibles, se seducen sin remedio.
Y es que todo en “El hambre …” es una ceremonia de seducción; un largo, necesario y consecuente ritual mediante el que Lara y Pasquinucci se conciertan y desconciertan, se dan la vez y toman el relevo, se miden, calibran y calculan hasta que se autorizan y dan el visto bueno para comenzar la segunda parte del menú.
Y ya con la guardia baja, se miran a los ojos y se aceptan como almas gemelas y mitades simétricas para –como una Caperucita y un Lobo unidos por el desdén a la mediocridad de la abuela y la banalidad del cazador– seleccionar (con frialdad clínica, profesionalidad de verdugo y paladar exquisito) una víctima propiciatoria (y propiciada) que les sacie y entretenga su apetito más carnívoro.
Y toda esta excelente función del madrileño Teatro Lara, que encandila e intranquiliza, entretiene y pasma, sería imposible sin los buenos oficios de Ignasi Vidal como jefe de cocina que organiza la fluidez, coherencia y calidad del menú emotivo y (saludablemente) desconcertante con la sabiduría y oficio de un Máster.
Máster Chef, naturalmente.
Ficha artística
Reparto
Juanma Lara y Roberta Pasquinucci
Compañía Jeloudoli
Autor: Renato Gabrielli
Dirección: Ignasi Vidal
Asesor dramatúrgico: José Sanchas Sinisterra
Diseño de iluminación: Felipe Ramos
Espacio Sonoro: Marc Álvarez
Escenografía: Caja Negra
Fotografía: Jacobo Medrano
Producción Nacho Bustos, Arnaldo Gálvez, La Sarda Produce
1.- Luis de Luis es crítico musical y teatral