Trágicas: el clamor de la mujer emancipada

Dentro del programa Surge Madrid 2018, dedicado a la reactivación del teatro joven en la región, Trágicas es una función breve, de apenas una hora, que se hace todavía más breve por lo bien apasionada que es y lo interpretada que está. Tanto, que incluso se diría «trunca» porque uno desearía más. Pero es evidente que, a ese ritmo y con esa intensidad, «ni cuerpo que lo resista», algo que nos deleitaría sobremanera. Sería la bacanal.

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Candela Solé y Raquel Villarejo Hervás en Trágicas

Argumento de tan trágico título trasladado a nuestros días: la emancipación de la mujer con su incorporación al mundo laboral y su pretendida equiparación con el hombre. Dos mujeres que se dirían realizadas, autónoma la una, cargazo de la administración central la otra (nada menos que consejera de estado), asumen a su vez el papel de esposas y madres ejemplares, bellas dentro y fuera de su casa (de la que son responsables a tiempo completo, estén dentro o fuera del hogar), teniendo que dar la talla en todos estos menesteres al más alto nivel para demostrar que no se les ha regalado nada por su condición de mujeres.

Es fácil comprender que con estos anhelos de perfección, se aproveche de ellas hasta el gato, y llega un día en que explotan porque ya no pueden más. ¿Cuándo han dormido por última vez estas dos bellezas?

La escenografía que envuelve esta tragedia (una red de hilos en forma de cubo de la que es imposible salir), así como la luz, los sonidos acuciantes del teléfono, unido a la actuación de las dos jóvenes actrices, con garra y con ganas, apoyadas por un clamor en la grada que no deja lugar a dudas, asegura que su grito de auxilio es apoyado y compartido de manera eficacísima por sus compañeros de profesión.

Ahora bien, la explosión se produce únicamente entre ellas dos y ahí se queda, de ahí que a mí me parezca «trunca» la función al no ver más más allá -o al menos no se nos muestra- en sus relaciones con el entorno que las oprime y las premia. ¿Acabarán rebelándose de verdad o todo va a seguir igual después de este berrinche ocasional? Tal vez la revancha se nos reserve para una próxima función.

Ficha técnica:

  • Versión y dirección libres de Cristina Rota sobre textos de Antón Chéjov
    Reparto: Candela Solé y Raquel Villarejo Hervás
    Iluminación: Cristina Rota y Luis del Valle
    Escenografía: Cristina Rota y Félix Delgado
    Vestuario y atrezzo: Cooperativa Vestuario
    Música original y espacio sonoro: Alejandro Pelayo
    Fotografía: marcosGpunto
    Diseño gráfico: La Rota Producciones
    Fecha de la función comentada: 13 de mayo de 2018
    Sala El Mirador
Nunci de León
Doctor en Filología por la Complutense, me licencié en la Universidad de Oviedo, donde profesores como Alarcos, Clavería, Caso o Cachero me marcaron más de lo que entonces pensé. Inolvidables fueron los que antes tuve en el antiguo Instituto Femenino "Juan del Enzina" de León: siempre que cruzo la Plaza de Santo Martino me vuelven los recuerdos. Pero sobre todos ellos está Angelines Herrero, mi maestra de primaria, que se fijó en mí con devoción. Tengo buen oído para los idiomas y para la música, también para la escritura, de ahí que a veces me guíe más por el sonido que por el significado de las palabras. Mi director de tesis fue Álvaro Porto Dapena, a quien debo el sentido del orden que yo pueda tener al estructurar un texto. Escribir me cuesta y me pone en forma, en tanto que leer a los maestros me incita a afilar mi estilo. Me van los clásicos, los románticos y los barrocos. Y de la Edad Media, hasta la Inquisición.

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