Ya han pasado las cenas pantagruélicas y las comidas que duran cuatro horas. Tras ingerir no solo más de lo debido sino alimentos que no solo no nutren sino que empachan, conviene establecer un ritmo de vida un poco más sano a partir del mes de enero. Como todo lo que tiene que ver con el metabolismo no se soluciona de hoy para mañana tenemos que ponernos una fecha y comenzar.
Entre todas las dietas milagrosas está la del sentido común. No hay ninguna que sea efectiva y menos si nos sobran diez kilos. Pocas calorías, proteína y verdura y mucho ejercicio. En este punto todo el mundo coincide con la palabra: tiempo. Tiempo para volver a la talla deseada; no de golpe sino poco a poco, y tiempo para hacer deporte. ¿De dónde saco tiempo? Bajarse dos paradas de metro antes, subir las escaleras en el trabajo o ir de vuelta a casa caminando puede ser una opción válida. No hace falta apuntarse a un gimnasio en donde por barato que sea nunca vas a ir. Es mucho más útil progresivamente día a día aumentar la actividad física que será y es desde ya, tu gran aliada.
A mayor camtidad de masa muscular, más elevado será el metabolismo basal porque cuanta más musculatura tengamos, más energía y nutrientes son necesarios para regenerarla. La necesidad de oxígeno, vasos sanguíneos, glucosa, etc, etc, hará que solo por el hecho de tener mayor masa muscular nuestra gasto en reposo sea mucho más elevado. Hay que tener en cuenta que esto aumentará ligeramente el gasto lo que no nos permite seguir comiendo mucho.
El ejercicio físico nunca compensa una mala dieta. Si la actividad física aumenta, la sensibilidad a la insulina hace que mejore nuestra respuesta a esta hormona, lo que previene de la diabetes tipo 2, sino que mejorará también la resistencia a la leptina así como su producción.
Un buen funcionamiento de las hormonas y por tanto de sus receptores, es indispensable para mantener el equilibrio metabólico y para que funcione correctamente las señales reguladores del apetito, la saciedad y la composición corporal.
Normalmente la pregunta es; ¿hago ejercicio aeróbico o anaeróbico? Lo normal es que si es la primera vez que vas a hacer deporte, comiences con cinco minutos de ejercicio aeróbico (resistencia) y otros cinco de anaeróbico (fuerza). Cada día incrementas un minuto más y en quince días tienes una tabla completa de ejercicios por hacer que juntos harán que se mejore el equilibrio físico en todos los sentidos. Estar bien físicamente influirá necesariamente en la mente. El control del estrés, la regulación del sueño, la estimulación de las endorfinas así como nuestra relación con la comida mejorará de una manera imprevista.
Ser conscientes de los excesos es una garantía para comenzar con buen pie y por ello debemos marcarnos unos hábitos de vida que sean para este año realmente saludables. No fumar, no beber o solo ocasionalmente, y hacer deporte a diario contribuirán a llevar una dieta también saludable que nos permita comer de todo, poco a poco.
El caso es empezar y ya no tenemos excusa.