Cuando desde unos pocos años a esta parte tanto llama la atención de los medios de comunicación españoles la actualidad política en Venezuela, con una serie de informaciones casi todas coincidentes en su sesgo crítico, bueno es desintoxicarse con un asunto de indudable importancia cultural como es la literatura en aquel país, tan ignorada en el nuestro.
La revista Quimera, en su número correspondiente al mes de abril, dedica su habitual dossier a la literatura venezolana, una de las más cualificadas de América Latina. Para ello abre su cuadernillo con un análisis general a cargo de Antonio López Ortega, al que sigue otro de la profesora Mariana Libertad Suárez sobre la actividad desarrollada en los últimos años por las novelistas de aquella república, decantadas en buena medida por explorar la temática de la migración.
No puede faltar, en este dossier sobre la literatura venezolana, un artículo sobre el poeta vivo más interesante, leído y estudiado en aquella nación, Rafael Cadenas (Barquisimeto, 1930), artículo que firma José Ramos y en el que hace un somero recorrido por toda la obra de este autor, desde que en 1985 obtuvo el Premio Nacional de Literatura, y del que destaca como titular el de: poesía del asombro ante el misterio de la realidad. Junto a un artículo dedicado a la poesía de Edda Arnas, la revista incluye también una selección de poemas de siete poetas venezolanos nacidos a partir de 1980.
Quimera abre las páginas de su número 401 con una entrevista al escritor canadiense Douglas Coupland, autor de las novelas La vida después de Dios y Microsiervos, y otra a Juan Jacinto Muñoz Rengel (Málaga, 1974), quien acaba de publicar El gran imaginador con un prometedor contenido y tratamiento. Rengel defiende la ficción no sólo como generadora de nuestra cultura, sino como único verdadero instrumento de conocimiento.
Un buen relato de Francisco Javier Guerrero Cano (Córdoba, 1976), una largo artículo de José Antonio Vila sobre la novela de Cercas Soldados de Salamina y la primera parte de una excelente crónica literaria del viaje de Álex Chico al monasterio de Yuste, completan el índice de la revista literaria, además de la habitual sección de crítica de libros.
En cuanto a la entrevista que firma Ana Gorría sobre teatro, responde esta vez el director y dramaturgo argentino Pablo Messiez, residente en España desde 2008 y Premio Max 2016 a la mejor dirección escénica por La piedra oscura, obra de Alberto Conejero.