«Un día de lluvia en Nueva York», la última película del realizador Woody Allen que nadie quiere estrenar en Estados Unidos a causa de las acusaciones de abuso sexual del realizador efectuadas por una de las hijas que comparte con Mia Farrow, abrirá el 6 de septiembre el Festival de Cine Americano de Deauville, cuyo jurado está presidido en esta edición por la actriz Catherine Deneuve.
Recordemos que la francesa Catherine Deneuve, lo mismo que la estadounidense Scarlett Johansson, ha generado varias polémicas en los últimos meses precisamente a cuenta de las acusaciones de grupos feministas e internautas que se han sumado a la campaña internacional del #Metoo.
Ambas están en contra de las medidas adoptadas en los medios cinematográficos en contra de Woody Allen y de Roman Polansky (quien no ha podido acudir a presentar su última película en el Festival de Venecia por temor a ser extraditado a Estados Unidos, donde tiene pendiente una causa por la violación, en 1977, de una adolescente de trece años). Les defienden porque –dicen- creen en su inocencia o, en todo caso, se trata de hechos de hace muchísimos años.
«Hay que diferenciar entre el cineasta y la persona», ha dicho Catherine Deneuve, «parece como si las feministas llevaran anteojeras», ha insistido la actriz quien ya en 2018 se manifestó públicamente en contra del movimiento #MeToo firmando, junto a un centenar más de mujeres, una columna en un periódico defendiendo «la libertad de importunar».
Protagonizada por Elle Fanning, «Un día de lluvia en Nueva Yok» es, en palabras del director del Festival de Deauville, Bruno Barde, «una película muy irónica, muy divertida en la que Woody Allen vuelve a poner de manifiesto su sentido del humor».
En el Festival se va a proyectar también «American Skin», película firmada por el realizador Nate Parker («The Birth of a Nation»), declarado en 2011 inocente en el juicio por la violación de una estudiante.
La presencia de ambas películas fuera de concurso en Deauville ha hecho reaccionar a las feministas estadounidenses y Melissa Silverstein, fundadora del grupo de presión Women and Hollywood, ha declarado que «este es el verano de los agresores, primero Woody Allen y ahora Nate Parker»
El estreno en estados Unidos de «Un día de lluvia en Nueva York» fue anulado por su productora, la plataforma de ventas online Amazon, cuando en 2018 Dylan Farrow, hija adoptiva de Woody Allen reiteró, en pleno auge del #MeToo, las acusaciones, que hizo en 1992, de haber sido agredida sexualmente por el cineasta cuando tenía siete años; lo que siempre ha negado categóricamente Woody Allen, a quien la justicia dio en cierta manera la razón al sobreseer la causa tras dos investigaciones sin resultado.
De momento, la película se ha estrenado en Polonia y está previsto que lo haga en otros países europeos.