La fuerza de la juventud de nuevo ha quedado plasmada en la imagen de Greta Thunberg. Una niña tímida de 16 años que tiene las ideas claras. Tenaz, noble y capaz, ha hecho que el mundo entero se paralice durante un tiempo y reconsidere qué está haciendo contra el cambio climático. ¿Qué va a ser de nosotros?, ¿qué va a ser de ellos?
Para los que tengan prejuicios contra las personas con Asperger, verán que la obstinación y la perseverancia de chicas como Greta hacen posibles causas, sobre todo, por su rigidez de pensamiento. Lo cierto es que, hoy, 15 de marzo, 105 países están comprometiéndose con el planeta. 1659 ciudades y otros tantos millones de personas, todas jóvenes como ella, todas siguiendo su lema; no hay tiempo, los políticos no hacen nada al respecto y lo cierto es que la temperatura media mundial aumenta ante los ojos de los que deciden y no se está haciendo nada para detener el desastre mundial.
Habla solo cuando es necesario y se hace respetar a su edad, porque su adolescencia solamente la define con una palabra: compromiso. Nunca eres demasiado pequeño como para marcar la diferencia, añade. Su generación, la ya denominada Generación Greta marcará un antes y un después contra el cambio climático, la mayor huelga por el clima, el mayor compromiso mundial promovido por los jóvenes que se comprometen a cambiar el mundo porque sus políticos les han fallado.
Si unos niños pueden mover personas, imagínense qué podríamos hacer todos juntos si realmente quisiéramos, decía en Naciones Unidas el pasado diciembre.
Ha denunciado con certeza y mucha seriedad, la incapacidad manifiesta de los políticos e instituciones para tomar decisiones sin temor, y les acusa de que la biosfera está siendo sacrificada por el lujo de cuatro ricos que quieren vivir con opulencia. Su frase más significativa no les será indiferente; «decís que amáis a vuestros hijos y, sobre todas las cosas, les robáis el futuro delante de sus ojos. Os habéis quedado sin excusas, no nos volveréis a ignorar otra vez, nos estamos quedando sin tiempo», añadió en la Conferencia de las Naciones Unidas contra el cambio climático. Su país la escuchó; ahora le toca al mundo entero responderle.
Hoy no es uno más, ni siquiera hablamos de discurso. Hoy es la movilización global por el planeta, la que solamente la juventud con su compromiso y fuerza podría lograr. Once años nos quedan, 2030 es la fecha del no retorno. Una situación ya considerada irreversible si no se cambian las políticas y todo depende del control humano. Friday´s for future (los viernes por el futuro), un compromiso de la juventud con el planeta, con la preservación de la tierra, contra el calentamiento global, con la realidad en la mano y la energía para poder construir el cambio.
En España se ha organizado la plataforma la juventud por el clima en donde miles de jóvenes fomentarán desde sus lugares de origen el mismo lema de Greta: participar contra el cambio climático porque no hay planeta B.