Teresa, en cuya frente el cielo empieza,
como el aroma en la sien de la flor.
Teresa, la del suave desamor
y el arroyuelo azul en la cabeza.
Versos del poeta Januario Eduardo Carranza Fernández, nacido el 23 de julio 1913 en Villavicencio (Meta), y fallecido el 13 de febrero en Bogotá 1985. Periodista, docente, diplomático, catedrático, columnista, pero sobre todo poeta.
En Colombia, el 2013 será el año Eduardo Carranza, para conmemorar su natalicio número cien. Conformó el Movimiento Piedra y Cielo, junto a los bardos Darío Samper, Carlos Martín, Jorge Rojas, Arturo Camacho Ramírez, Gerardo Valencia y Tomás Vargas Osorio, época de oro en la literatura y la poesía colombiana, todos nacidos entre 1908 y 1914.
Gabriel García Márquez, Nobel de Literatura colombiano 1982, expresó: «Si no hubiera sido por Piedra y Cielo, no estoy seguro de haberme convertido en escritor».
Carranza, recreó la poesía clásica y popular, con un estilo lírico y rural logrando posicionarse como uno de los grandes en Colombia. Soneto a Teresa, La niña de los jardines, Soneto sediento, Tiempo del olvido, El olvidado, Tema de fuego y mar, Los pasos cantados, El extranjero, El insomne, Epístola mortal, El corazón escrito, Tú vienes por la calle, Éste era un rey, Azul de ti, Diciembre azul, La poesía del heroísmo y la esperanza; son algunos poemas de su vasta recopilación.
Su única hija, la también poetisa María Mercedes Carranza, directora de la Casa de Poesía Silva en Bogotá, se suicidó en el 2003.
La poesía como novia del buen vino, siempre estará presente de forma atemporal, en la esencia de quien la escribe, de quien la lee, pero lo más importante, de quien la disfruta a través del verso.