Mi carro

«Mi carro me lo robaron, estando de romería,  mi carro me lo robaron, anoche cuando dormía, ¿dónde estará mi carro? ¿dónde estará mi carro? Donde quiera que esté el carro es mío…»  Manolo Escobar, el dueño del carro se ha dio a buscarlo a los 82 años. Quizá a un lugar mejor en donde no hay recortes, no hay pensiones y no tienes que demostrar lo que eres. Ese lugar dondequiera que estés, querido amigo, será el lugar en donde se baile lo español y se haga alusión a esta España nuestra. Quebrá y resquebrajá como diría un almeriense… Un lugar en donde todo vale y donde ya da igual lo que hagas.

Pasamos de la gloria a la mierda y el país, ese que tenía carros para los señores ministros; ese que tiraba todo lo que recogía, ahora no tiene nada. Se lo han gastado todo y han robado lo que es nuestro. Ya no estarás tú para amenizarnos la fiesta pero te recordaremos en las bodas cuando el alcohol tiña nuestro cerebro para que olvidemos y pensemos que cualquier pasado fue mejor; incluso aquel de la postguerra. Entonces había fuerza, el esfuerzo se recompensaba y todo el mundo quería salir del agujero en donde  los hermanos se metieron con rencor siendo la contienda más triste de nuestra reciente historia. Esta es otra contienda. Llena de iphones y ipads, con mucho glamour, pero en definitiva, la contienda más larga del siglo. El resto de las contiendas han sido silenciosas, otras no; se han llevado por delante a mil personas y ahora les vemos salir de la cárcel sonriendo porque al final ha ganado la incongruencia. La ley está para cumplirla y no para perdonar al que ha matado; ojo por ojo, diente por diente. Quizá será la ley que tendremos que aplicar llegados a este caso. Ya lo estamos haciendo; tú robas, yo intento hacerlo. No se hacen presupuestos, se paga al mejor postor. No se premia la excelencia, cualquier chapuza vale, y mientras ande yo caliente, ríase la gente.

Huelgas, recortes, no hay pan para tanto chorizo y mientras ¿qué hay de la gente? ¿Quién piensa en la gente? Pobre gente, gente que no tiene nada en los bolsillos; nada que llevarse a la boca, nada por qué apostar porque la vida en su país es semejante a la de una postguerra. Manolo no estará para cantarnos que ¡Viva España!, porque no sabemos siquiera si vive. Sobrevivimos en este paisaje terrible que nos hace prever que los que nos siguen; los hijos del ipad y de la Logse no lo van a tener fácil para nada. Están viendo a sus padres en paro, a sus abuelos sacando adelante a la familia porque ya vivieron una guerra y ahora ellos, saben cinco idiomas y tienen triples titulaciones pero no les han enseñado a hacer la o con un canuto. Porque el canuto se llama España y dentro de la o cabemos todos los pringaos. Y mientras en la prensa sale a relucir que una infanta de España está imputada, el yerno de Su Majestad vive en Suiza, Cachuli y sus secuaces al final, no han pagado su precio, los malaya, los asesinos de niños, montones de ladrones que no devuelven lo robado y siguen viviendo de su palmito. ¿En qué carro nos hemos subido? Profesiones que como la nuestra se han devaluado, médicos que ejercen de conserjes, patanes que son ministros y ladrones de guante blanco que deciden si se amplia una calle o se recorta de un presupuesto. Podría seguir diciendo todo lo que tenemos delante; un panorama nada halagüeño, una vida destruida que tenemos que construir como si hubiésemos salido de una larga enfermedad. Y la enfermedad se llama Estado de Derecho el lugar en donde se canta el porompompero mientras las familias tienen a todos sus miembros en paro. Y mientras nos alegramos porque setenta mil personas consiguen un empleo. Y los seis millones que faltan, ¿qué hacemos con ellos? Un lugar en donde todo vale, los ladrones ganan, los asesinos pululan por la calle y en donde ser honesto no se premia. Eres un pringao y por eso te toca cantar, “cocidito madrileño” porque no da para más tu vida y la pringá está muy buena. Y mientras eso no se cambie, mientras no se cambie nuestra forma de vivir, mientras no se revisen los sueldos de personas que no hacen nada, mientras eso no suceda, y sigamos con ayuntamientos de mil habitantes y concejales, delegados, secretarias y todo el personal que no sabemos muy bien qué hace; mientras no se cante otra canción en España, Manolo Escobar no podrá hacernos su última canción.

La gente canta con ardor, ¡que viva España! ¡La vida tiene otro sabor y España es la mejor! La verdad es que somos los mejores, los españoles somos lo mejor. No lo dudes Manolo. Si fuésemos de otra nación les habríamos colgado a todos de un palo y cobrarían lo que han hecho a los desamparados hijos de Dios. Ámparo Soler Leal también nos deja. ¡Vaya semanita que llevamos! Y mientras los asesinos pululando por la calle, repito, ¡a ver si recuperan su carro!

A vosotros españoles que seguís luchando cuando estéis sin fuerza, cantemos “Mi carro”, a lo mejor, al menos, entre todo este berenjenal nos reimos un poco… Descansa en paz, amigo. Descansa en paz, amiga. Al menos, vosotros, ya descansáis.

Ana De Luis Otero
PhD, Doctora C.C. Información - Periodista - Editora Adjunta de Periodistas en Español - Directora Prensa Social- Máster en Dirección Comercial y Marketing - Exdirectora del diario Qué Dicen - Divulgadora Científica - Profesora Universitaria C.C. de la Información - Fotógrafo - Comprometida con la Discapacidad y la Dependencia. Secretaria General del Consejo Español para la Discapacidad y Dependencia CEDDD.org Presidenta y Fundadora de D.O.C.E. (Discapacitados Otros Ciegos de España) (Baja Visión y enfermedades congénitas que causan Ceguera Legal) asociaciondoce.com - Miembro Consejo Asesor de la Fundación Juan José López-Ibor -fundacionlopezibor.es/quienes-somos/consejo-asesor - Miembro del Comité Asesor de Ética Asistencial Eulen Servicios Sociosanitarios - sociosanitarios.eulen.com/quienes-somos/comite-etica-asistencial - Miembro de The International Media Conferences on Human Rights (United Nations, Switzerland) - Libros: Coautora del libro El Cerebro Religioso junto a la Profesora María Inés López-Ibor. Editorial El País Colección Neurociencia y Psicología https://colecciones.elpais.com/literatura/62-neurociencia-psicologia.html / Autora del Libro Fotografía Social.- Editorial Anaya / Consultora de Comunicación Médica. www.consultoriadecomunicacion.com Actualmente escribo La makila de avellano (poemario) y una novela titulada La Sopa Boba. Contacto Periodistas en Español: [email protected]

1 COMENTARIO

  1. Volvemos a los tiempos de Larra, amiga Ana. Peor aún: en un país cuyo himno nacional no tiene letra, la canción más popular de su historia, la que puede cumplir ese papel (Paquito el chocolatero permitting) trata sobre un robo… Mi carro,como metáfora de España

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