Actualmente, en México hay 52 millones de personas pobres y casi 12 millones más se encuentran en situación de pobreza extrema
En el marco del Día Mundial de los Servicios Públicos, Oxfam México ha instado al gobierno a invertir en aspectos prioritarios, como salud, educación, justicia, seguridad y a combatir la pobreza. Contar con servicios básicos de calidad permitiría a millones de personas tener un mayor acceso a oportunidades y transformar su futuro. Un sistema fiscal progresivo es uno de los grandes pasos en la lucha contra la desigualdad, aseguran.
«México es el país de la OCDE que menos recauda vía impuestos. Y es también uno de los países con mayores salidas de flujos ilícitos que se escapan de las arcas públicas. Estos son recursos que se podrían destinar a mejorar la salud, la educación y elevar los niveles de vida de las personas» afirma Carlos Zarco, director ejecutivo de Oxfam México.
La salud y la educación son de los derechos humanos más importantes, ya que empoderan y hacen productivas a las personas, incrementan las oportunidades y reducen la desigualdad. Sin embargo, actualmente, el 31,78% de la población mexicana carece de acceso a servicios públicos de salud y en la población indígena el porcentaje se sitúa en el 76,4%; además sólo el 20,6% de la población termina la primaria y la secundaria.
Oxfan asegura que impulsar reformas fiscales con un enfoque equitativo y de redistribución es lo que marca la diferencia entre un gobierno que antepone una visión de desarrollo sostenible y social, a uno que favorece a grupos selectivos o empresariales.
Carlos Zarco agrega: “en México, las políticas fiscales están muy lejos de cumplir con su objetivo y misión fundamental: la de dotar de recursos suficientes al Estado, recaudados de tal forma que todos contribuyan en función de sus capacidades, para abordar una verdadera política de desarrollo a largo plazo que busque una verdadera cohesión social”.