La embajada turca se ha negado a recibir 40.000 firmas de Amnistía Internacional que exigen el fin del uso excesivo de la fuerza
Amnistía Internacional ha acudido hoy a la embajada de Turquía en España para entregar más de 40.000 firmas que ha recogido a través de su centro de activismo exigiendo al primer ministro Erdoğan intervenir inmediatamente para poner fin al uso excesivo de la fuerza durante las protestas que llevan sacudiendo al país desde el 27 de mayo.
Amnistía Internacional exige además una investigación inmediata, independiente e imparcial para llevar ante la justicia a los funcionarios encargados de hacer cumplir la ley, presuntamente responsables de haber infligido malos tratos a manifestantes o a personas ajenas a las protestas.
Activistas de la organización se han dirigido a la embajada con máscaras antigás y una pancarta con el lema: “Sr. Erdoğan, ¿va Ud. también a gasear estas 40.000 firmas?”. Sin embargo, la embajada turca se ha negado a recibir cualquier tipo de comunicación de la organización. “Las autoridades turcas hasta ahora han preferido reprimir a escuchar. No se ha puesto en marcha ninguna investigación por las actuaciones violentas de la policía y las amenazas se extienden más allá, no solo a quienes participan en las protestas, sino también a abogados, médicos y organizaciones de la sociedad civil que critican lo que está ocurriendo. En el caso del personal sanitario, se ha detenido a médicos que simplemente trataban de hacer su trabajo atendiendo a las personas heridas”, ha declarado Eva Suárez-Llanos, directora adjunta de Amnistía Internacional España.
Observadores de la organización en Turquía han estado en las manifestaciones y han sido testigos de la desmedida dureza con la que se ha respondido a manifestantes pacíficos, tanto con el gas lacrimógeno como con el uso de cañones de agua: “Queremos recordar que usar gas lacrimógeno contra manifestantes pacíficos y en espacios reducidos supone graves riesgos para la salud y es una práctica inaceptable y contraria a las normas internacionales de derechos humanos”, ha asegurado la directora adjunta de AI España.
La organización ha organizado hoy actos de protesta similares en más de 20 países para para pedir a las autoridades de Turquía:
- Que cese de forma inmediata el uso excesivo de la fuerza y que se respete el derecho a la libertad de expresión y de manifestaciones.
- Que se abran investigaciones independientes e imparciales sobre todos los incidentes en los que ha podido producirse un uso excesivo de la fuerza y que los responsables sean llevados ante la justicia.
- Que se informe a las familias de las personas detenidas sobre su paradero o que sean puestas de inmediato en libertad.
- Que se deje de perseguir a los médicos que cumplen con sus obligaciones cuando atienden a los manifestantes heridos.
“En Madrid hemos querido entregar más de 40.000 firmas de personas preocupadas por lo que está ocurriendo en las calles de Turquía que exigen que cese la represión. Lamentablemente, las autoridades turcas no han querido recibirlas ni mantener una reunión con nuestra organización, tal y como venimos pidiendo”, ha concluido Eva Suárez-Llanos.
Las protestas en Turquía se producen en un contexto muy difícil para la libertad de expresión en el país. Amnistía Internacional lleva años denunciando la forma en que la legislación turca amenaza la libertad de expresión y lleva al procesamiento de activistas, periodistas, escritores y abogados por el mero hecho de expresar sus opiniones. Tanto el código penal como la legislación antiterrorista deben ser reformados para garantizar la libertad de expresión, reunión y asociación.