En la sección Horizontes Latinos hemos visto “X 500”, película colombiana de Juan Andrés Arango, coproducción internacional con México y Canadá que relata las historias paralelas de tres jóvenes emigrantes que buscan adaptarse a la dura realidad, tras haber vivido el duelo de sus padres. Historias que no están relacionadas entre si, pero que tienen todas causas semejantes.
La primera nos lleva de Michoacán a Ciudad de México con David, un joven indio que para hacer frente a la violencia urbana en la barriada donde vive, busca integrarse en una banda de punks. La segunda transcurre en Buenaventura uno de los puertos más importantes y peligrosos de Colombia, en donde el joven Alex, que quiere ser pescador, debe hacer frente a una banda de criminales que imponen su ley en el barrio. La tercera es la historia de María, joven filipina que viaja de Manila a Montreal en Canadá, a casa de su abuela y que sintiéndose discriminada en la escuela frecuenta una banda de filipinos marginales.
Historias paralelas sobre tres adolescentes, sus anhelos y sus esperanzas quebradas en tres países que Juan Andrés Arango conoce bien, y que son el hilo conductor de “X quinientos”, cuyo relato se alterna sucesivamente en el montaje pasando de una a otra. Una película de cuidada dirección artística en sus localizaciones, que otorgan gran autenticidad y realismo al relato.
Juan Andrés Arango en Donostia 2016La humedad tropical de la afrocolombiana localidad de Buenaventura, el caos urbano de México DF, o la frialdad industrial de Montreal, son elementos que utiliza Arango con una hábil puesta en escena, en la que emplea siempre actores no profesionales. Un único bemol a mi juicio, las dos historias de México y Colombia funcionan mucho mejor que la tercera historia en Montreal, más lejos del mundo latinoamericano.
Este es el segundo largometraje de ficción del colombiano Juan Andrés Arango, y su producción fue posible gracias a su paso por el Foro de Cooperación Europa América Latina en San Sebastián. La película está rodada en varias lenguas, francés, inglés, mazahua, tagalog y español, lo que es en sí un enorme desafío.
Su primer largometraje “La Playa” 2012 fue seleccionado en el festival de Cannes y pasó también por la sección Horizontes Latinos en Donostia.