“La bronca” película peruana, dirigida por los hermanos Daniel y Diego Vega, ha sido coproducida por Colombia y se trata del tercer largo metraje de ficción de estos jóvenes cineastas, después de “Octubre” premiada en Cannes en 2010 y de “El mudo” en 2013.
SI sus dos primeras películas transcurrían en Perú, con las historias de un prestamista y de un juez corrupto respectivamente, relatadas con una buena carga de humor negro, en esta ocasión la acción nos lleva a Montreal, Canadá, en los años noventa, con los personajes de un emigrante peruano que busca integrarse en la sociedad canadiense, y de su hijo que busca escapar a la violencia que sacude el país.
La relación conflictiva entre el padre y el hijo, la crisis con su pareja, y la relación con un amigo peruano que se instala en su casa, son los elementos de este drama familiar, a través del cual los hermanos Vega nos hablan de las consecuencias de la violencia vivida en el Perú.
La película nos habla del choque de culturas, de la inmigración y de la dificultad de integración de esos peruanos en la fría y nevada ciudad de Montreal. Las noticias de la violencia que sufre el Perú nos llegan siempre de forma indirecta por la radio o en conversaciones telefónicas, pero esa violencia latente llega a dominar las relaciones entre los personajes provocando esa trágica bronca que da título a la película.
“Nuestras madres” del guatemalteco César Díaz, llega a Horizontes Latinos tras su premio en Cannes en la Semana de la crítica. Se trata de un poderoso y entrañable homenaje a las víctimas del genocidio maya y a los desaparecidos asesinados por la dictadura militar en Guatemala durante esa guerra que duró 39 años.
Cesar Díaz, montador de “Ixcanul” y de “Temblores” de Jairo Bustamante, ha dado el paso a la realización con esta ópera prima. Una ficción, apoyada en un importante trabajo documental, en la que el protagonista Ernesto es un joven antropólogo del instituto forense, que trabaja buscando los restos de los desaparecidos en las fosas comunes del país.
Con mezcla de actores profesionales (los mexicanos Emma Dibb y Armando Espitia) y no profesionales la película aborda el tema del genocidio, pero a través del secreto bien guardado por esa madre militante comunista, que prefiere hoy no hablar del pasado con su hijo. Una historia íntima y personal que se cruza con los casos de decenas de mujeres indígenas que denuncian ante la cámara las violaciones y torturas de que fueron víctimas, como los crímenes de los que fueron testigos presenciales.
Si en el género documental ha sido denunciado el genocidio en Guatemala, como por ejemplo “En las montañas tiemblan”, que recogía el testimonio de Rigoberta Menchu, en la ficción en cambio no había habido hasta ahora películas sobre el tema. Este año tenemos en la selección de Horizontes dos películas guatemaltecas que abordan la cuestión del genocidio y la memoria histórica. La otra que cerrará esta selección es “La llorona” de Jairo Bustamante.
“Así habló el cambista” , es la quinta película del cineasta uruguayo Federico Veiroj, quien ha participado de forma asidua en este festival desde “Acné” 2008 presentada en Horizontes Latinos, “La vida útil” en Zabaltegui 2010 y “El apóstata” 2015 en competición.
De un cine de autor más bien artesanal o de escaso presupuesto ha pasado ahora Veiroj a su primera gran producción (coproducida por Uruguay, Argentina y Colombia) en la que cuenta con un prestigioso reparto de actores latinoamericanos: Los argentinos Daniel Hendler, Dolores Fonzi y German de Silva, o el chileno David Mujica.
La película transcurre en los años setenta en Montevideo, Uruguay, ese país que era apodado “La Suiza de América latina”, situado entre los dos gigantes de Brasil y Argentina que vivían bajo sendas dictaduras militares. La dictadura llegó también a Uruguay como a Chile en 1973.
La vida de un cambista corrupto es contada por la voz en off del protagonista y desde las primeras imágenes opta Veiroj por un tono de parodia, en esta adaptación de la novela homónima de Juan Enrique Gruber (1979).
Se trata, afirma Veiroj, de una adaptación fiel al espíritu de la novela que tiene mucho humor en la descripción del cinismo de ese personaje corrupto del cambista, que hace fortuna organizando fuga de capitales y lavado de dinero para políticos corruptos y militares golpistas, y que mantiene una relación un tanto perversa con su esposa, la hija de su “maestro” en mañas financieras y negocios sucios.
Daniel Hendler interpreta con talento ese papel protagónico en esta comedia dramática burlona que se abre y se cierra con una cómica alusión a Jesucristo y los mercaderes del templo.
Los equipos de estas tres películas han asistido a los encuentros de Desayunos Horizontes.