Desde el 7 de octubre, periodistas y trabajadores de los medios de comunicación de Gaza y Cisjordania han sido atacados de forma intencionada y específica. Y las mujeres periodistas han pagado un precio muy alto como mujeres, como reporteras y también como madres.
En el Día Internacional de la Mujer, el Consejo de Género de la Federación Internacional de Periodistas (FIP), y el conjunto de las organizaciones y sindicatos de periodistas afiliados a la FIP, han rendido un profundo homenaje al coraje y a la valentía de las mujeres periodistas en Gaza.
Dicho consejo, que preside la periodista cántabra María Ángeles Samperio, exige su protección y reclama el fin de la guerra, incluyendo el fin de la violencia de género contra las mujeres.
Mientras la invasión terrestre israelí desplaza a la población civil hacia el sur de Gaza, periodistas y trabajadores de los medios de comunicación locales siguen documentando la situación.
Afrontan todos los riesgos de la guerra y la hambruna que sufre Gaza, mientras viven en medio de un terrible escenario bélicot. Intentan sobrevivir, pero está claro que arriesgan sus vidas día a día. La situación humanitaria es catastrófica y tienen que sufrir –a la vez– los riesgos del hambre que sufre la población gazatí.
Según la última nota de la Federación Internacional de Periodistas, al menos trece mujeres periodistas han perdido la vida en Gaza desde el 7 de octubre, según los datos confirmados por la FIP. Muchas otras siguen estando expuestas a la falta diaria de seguridad y protección.
Desplazadas, viviendo en refugios con sus familias, luchan por proporcionar seguridad y protección a sus hijos e hijas, temiendo por sus vidas. La falta de intimidad y las malas condiciones sanitarias, incluida la falta de productos de higiene menstrual, se han convertido en retos cotidianos para las mujeres periodistas.
Sin embargo, todas ellas siguen documentando la situación, informando a la opinión mundial y haciendo gala de una gran entereza.
«Seguimos informando sobre el terreno, pero superar la ansiedad y el estrés es todo un reto. Pensamos constantemente en nuestra familia, en los ataques aéreos en su entorno… Y mi familia se preocupa por mí. Cada vez que me despido de mis hijos me dicen que no vaya porque hay aviones en el cielo», ha dicho la periodista palestina Baida Mu’ammar, de Palestine TV.
«Nada iguala la fuerza de una periodista palestina que se enfrenta a la muerte y, a la vez, documenta la situación sobre el terrerno. Mi sentimiento de decepción fue abrumador cuando decidí dejar Gaza. Me sentí obligada a marcharme por la falta de protección y seguridad de las periodistas durante la guerra. No puedo olvidar cómo cubría la guerra, dejando a un lado a mis hijos pequeños hambrientos, y a mi madre enferma. Así que decidí abandonar mi querida Gaza, mi patria, para proteger lo que quedaba de mi familia. Me invaden el dolor y la desesperación por la injusticia y el silencio de la comunidad internacional», ha expresado la periodista palestina Amal Toman, miembro del Consejo de Género de la FIP, quien abandonó Gaza hace en enero.
“El trabajo de las mujeres periodistas es fundamental para que el mundo sepa qué ocurre en Gaza y, a su vez, proporciona otra perspectiva sobre la guerra. El 8 de marzo, el Consejo de Género de la FIP y sus afiliados rinden homenaje a la valentía de las mujeres periodistas en Gaza, reconocen su extraordinario trabajo al cubrir la guerra en tales circunstancias e instan a declarar un alto el fuego inmediato en Gaza”, ha declarado María Ángeles Samperio.
Al inicio de la guerra, el gobierno israelí bloqueó el acceso de civiles a Gaza, por lo que los y las periodistas locales han sido los únicos en atestiguar y documentar las atrocidades que se están cometiendo.
La prohibición israelí no sólo impide a los medios de comunicación internacionales realizar su trabajo, ejerciendo una presión adicional sobre los y las periodistas locales que son los únicos que cubren la guerra sobre el terreno, sino que también priva al público de su derecho a la información plural y, en definitiva, a la libertad de expresión.
“Cualquier intento de atacar a periodistas es una violación de los instrumentos internacionales que protegen los derechos humanos y a los/las trabajadores/as de los medios de comunicación en zonas de conflicto. Además, infringe el derecho del público a saber. Hoy la FIP se solidariza con las mujeres periodistas que informan sobre la guerra en Gaza y condena estrictamente todas las formas de violencia de género”, ha apuntado la presidenta de la FIP, Dominique Pradalié.
El Consejo de Género de la FIP y sus afiliados piden a la Corte Penal Internacional (CPI) que priorice la investigación del caso de la periodista palestina Shireen Abu Akleh, sin olvidar la investigación de los demás casos de profesionales del periodismo palestinos asesinados por el ejército israelí.
Según los últimos datos, al menos 98 periodistas y trabajadores/as de los medios de comunicación han sido asesinados/as en Gaza y en el conjunto de Palestina, desde el ataque liderado por Hamás el 7 de Octubre.
Ese número puede aumentar aún porque esa cifra se refiere únicamente a los casos ya completamente confirmados y comprobados por la propia FIP.
También cabría añadir –aunque la FIP se refiere a ellos aparte– los de otros periodistas que han sido asesinados por las fuerzas israelíes en los conflictos fronterizos conectados a la guerra de Gaza (Líbano, Siria, etcétera).
La FIP reafirma la absoluta necesidad de que todos los y las periodistas informen de forma libre y segura desde Gaza e insta a los gobiernos del mundo a adoptar una Convención internacional vinculante para reforzar las garantías de seguridad y la independencia de los y las periodistas.
