Tras la polémica que arrastró la vacuna contra el virus del papiloma humano, (VPH) una década después, se han desmontado todos los bulos que corrían por la red y se ha demostrado con estudios epidemiológicos la efectividad de la vacuna que previene este contagio.
A pesar de ello, y dados los resultados, tan solo un 3.5 % de las niñas son vacunadas porque al no ser obligatorio, sus padres deciden por ellas y deciden no vacunarlas. La vacuna formó parte del calendario de vacunación internacional al considerarse que era la enfermedad infecciosa de transmisión sexual más frecuente entre las niñas pero este dato no es importante para muchos padres.
El virus inicialmente afecta a las mucosas y a la piel y puede dar lugar a ciertas alteraciones en los tejidos; desde las verrugas genitales hasta cáncer de cérvix; de hecho, la causa de este cáncer es el 100 % debido a este virus. Además, conlleva la propagación de otros cánceres como son los anales, 90 %; de vagina, un 70 %; pene, un 50 %; y vulva, un 40 %. Otros cánceres no relacionados con el aparato genital pero sí con el área bucofaríngea se pueden desarrollar también en personas sexualmente activas y no necesariamente con distintas parejas.
La vacunación no fue incluida en todas las comunidades autónomas a la vez en España, y aunque comenzó en 2008 a todas las chicas de 14 años, en algunas se empezó a vacunar a los 12 previendo que las relaciones sexuales de las niñas comenzaban a esta edad.
La polémica se desató cuando algunos informes fueron difundidos de forma fraudulenta sin datos que verificaran la fuente y posteriormente han sido desmontados por la Organización Mundial de la Salud y otras entidades de salud pública. Los ensayos clínicos que se hicieron al respecto así como las 300 millones de dosis administradas confirman que la vacuna es segura y además efectiva. Conflictos de intereses en torno a las vacunas hace que si de verdad se vacunara el 100 % de las niñas se podría evitar el cáncer de cuello de útero, conocido por cérvix en su totalidad y por ello, se reducirían las posibilidades de contagio entre la población.
Es importante destacar que se puede vacunar frente al VPH aunque ya se hayan practicado relaciones sexuales e incluso, aunque se haya infectado la persona con este virus. En algunos casos este virus revierte de modo natural y la paciente no lo nota, pero destacamos que son los casos menores. En la actualidad, la falta de conocimiento, la promiscuidad y la falta de protección con preservativos hace que los casos en donde se produce este contagio coincidan siempre con estas tres variables. Hay que añadir, que la edad de inicio de las relaciones sexuales en niños es cada vez más baja y aunque practican sexo tienen poco o ningún conocimiento de qué significa el contagio por VPH.
Asimismo debe saber que no es uno, sino existen al menos, 100 tipos de virus del papiloma que pueden generar las enfermedades citadas; y es también muy importante conocer, que el 95 % de la población sexualmente activa, ha estado o estará infectada en algún momento de su vida. Todos estamos expuestos al VPH así que es conveniente saberlo y preverlo. El virus se identifica mediante el test de Cobas y puede saberse también qué tipo de cáncer desarrollará tu organismo. Investigaciones recientes demuestran que el preservativo es importante pero no ofrece una protección completa sobre el VPH pero sí sobre el VIH (SIDA).
Según la información que nos aporta el periodista especializado en salud, Miguel Jara, la asociación por la vacuna del papiloma (AAVP), realizó una declaración conjunta que expresaba cómo se sentían las víctimas afectadas por las vacunas por el VPH tanto de Reino Unido, como de Irlanda, Colombia, Japón o nuestro propio país. Este documento fue presentado en Tokio en el Simposio Internacional, «Estado actual del daño causado en todo el mundo por la vacuna contra el VPH» y en él se clarificó el estado real del daño por la vacuna, las formas de investigar y aliviar los síntomas y las medidas para mantener la actividad diaria de las personas afectadas.
Al observarse la sintomatología del daño por la vacuna VPH, se describió variablemente como síndrome de dolor regional complejo (SDRC); síndrome de fatiga crónica (SFC); síndrome de taquicardia postural ortoestática (STPO) pero los síntomas clínicos iban más allá tras la vacunación. Los eventos adversos en muchas pacientes incluyen también diversos síntomas multisistémicos que son complejos; desde el dolor de cabeza, mialgia y artralgia; disfunción motora; debilidad muscular; movimientos involuntarios; mareos, hipertensión, diarrea; disfunción respiratoria; trastornos endocrinos; sintomas psicológicos; ansiedad, alucinaciones, tendencias suicidas; trastornos del sueño, hipersomnia y narcolepsia. Estos síntomas asociados a la falta de motivación hacen que sea complicado llevar a cabo tareas de la vida diaria.
Las organizaciones internacionales, OMS y EMA, así como las autoridades sanitarias nacionales y los legisladores, insisten en que la seguridad de las vacunas VPH se ha establecido adecuadamente mediante análisis epidemiológicos, y por tanto, se desestiman las quejas de las víctimas por carecer, según ellos, de base científica.
Ciertamente las autoridades sanitarias y los profesionales niegan cualquier relación causal entre las vacunas VPH y los eventos anteriormente descritos, si bien se asocian a personas que muestren baja inmunología o que sean potencialmente vulnerables. Por tanto, una simple comparación de la incidencia de enfermedad autoinmune en el grupo vacunado versus un grupo control (no vacunado), o en la población general, no mostrará diferencias significativas.
Sin duda, una década después la polémica está servida por los daños que algunas pacientes han sufrido versus los que aconsejan que debe ser puesta en el calendario de vacunas como las demás. En el simposio se ha considerado necesario difundir un folleto con toda la información adversa para que tanto las adolescentes como sus padres, puedan tomar una decisión informada respecto a la vacunación contra el VPH, basada en los derechos humanos fundamentales del consentimiento informado y también sugieren suspende la recomendación de la vacuna, hasta que se establezca un sistema de seguridad que garantice la prevencóin de los efectos secundarios graves.