David Peña Dorantes, Adam ben Ezra, Tim Ries y Javi Ruibal, un cuarteto de artistas excepcionales, han presentado Flamenco meets Jazz en el marco del Festival Flamenco Madrid.
Último proyecto de David Peña Dorantes, un indispensable en el mundo del piano flamenco, que tuvo su estreno absoluto en el Festival Flamenco de Nueva York el pasado mes de marzo. El contrabajista israelí Adam ben Ezra, compositor, autodidacta y virtuoso de rango internacional. Tim Ries, saxofonista, compositor, arreglista, director de orquesta y pedagogo musical. Los tres están asociados a otros grandes nombres del panorama mundial de flamenco y jazz. Ahora están unidos en este viaje único con el joven baterista – percusionista Javi Ruibal, de la familia de artistas conocida como Casa Ruibal.
En la presentación de Madrid también estuvo la bailaora sevillana Pastora Galván. Ella es famosísima y tiene una trayectoria excepcional, pero aquí francamente, no añadió nada relevante.
El concierto
Dorantes nos tiene acostumbrados a espectáculos rompedores, sin barreras. En este Flamenco meets Jazz compiten la innovación compositiva, la técnica, la ejecución y sobre todo la arquitectura de las actuaciones, rotaciones, protagonismos instrumentales, solos, dúos, tríos y cuartetos. Un resultado state of the arts.
Divierten y sorprenden a ratos, cuando invirtiendo los términos del encuentro, el jazz meets flamenco. Cuando Adam ben Ezra, un chico de Tel Aviv, en un solo de contrabajo interpreta magistralmente una bulería con música y percusión sobre el mástil de su instrumento, mientras sus pies hacen el compás como cualquier especialista de tronío, pues la verdad entran ganas de aplaudirle por bulerías. Y cuando al final Tim Ries se queda solo en escena con su saxofon soprano para dedicar al público en claro guiño a la ciudad en la que está actuando el chotis Madrid de Agustín Lara, toda la sala Guirau se pone en pié para corearle.
Dorantes es capaz de versionar palos flamencos de composición propia en clave de jazz y viceversa. Eso le divierte, le hace sentir como un niño que acaba de conseguir un nuevo logro. Nunca pueden faltar aires gitanos en un concierto suyo ni mucho menos un recuerdo a su tío Juan el Lebrijano, así que por aquí aparecen los sones de la Caravana de los Zincali con Pastora al baile.
Hitos de la noche fueron el solo de Tim Ries con una ronda de versiones de la canción de culto de Nat King Cole, When I fall in love. Un solo de saxo tenor que a muchos nos hizo revivir otros años, otras emociones. El dúo de Dorantes con un enorme Javi Ruibal interpretando músicas latinoamericanas que incluyeron ¡cómo no! el Gracias a la vida de la inolvidable Violeta Parra.
Todo un lujo fue esa actuación del cuarteto al completo en una interpretación jazzístico – flamenca con música de Dorantes, donde fueron destacando uno a uno en momentos protagonistas. Pero el momento en que Tim Ries se acercó a Javi Ruibal para bordar un dúo saxo – percusión fue algo inolvidable, de poner los pelos como púas. Hubo momentos cumbre de solo compás, de contrabajo. Y de todo el cuarteto, que es lo más difícil, sonando un piano, un saxo, un contrabajo y una batería de tal modo que resulta fácil y natural discriminar todos los sonidos por separado y en su conjunto.
Algo que solo está al alcance de algunos artistas como los que tuvimos el privilegio de ver y escuchar en la sala Guirau el 27 de mayo 2018.