Resulta curioso que algunos hechos en diferentes circunstancias y países, se concatenan en momentos determinados. Y eso sucedió estos días, caracterizados por expulsiones.
En México, fue expulsado de su puesto dos años antes del término legal el fiscal general de la República, Alejandro Gertz.
Su expulsión, disfrazada de renuncia para ser embajador en Alemania, ocurrió porque la opacidad, la crueldad y la corrupción fueron sus normas.
Y porque filtraba investigaciones que el gobierno deseaba ocultar, porque andaban cerca de responsabilizar de corrupción, crímenes y vínculos con el narco, al expresidente Andrés Manuel López Obrador, hijos y colaboradores.
Fue también expulsado de sus cargos y de su dinero al congelarle cuentas bancarias, el protagonista de una de esas investigaciones: Raúl Rocha Cantú, acusado de millonarias estafas a Petróleos Mexicanos, delincuencia organizada, despojo de inmuebles y contrabando de armas para venderlas a varios cárteles.
En Polonia, el Tribunal Constitucional expulsó de la legalidad al Partido Comunista que gobernó hasta 1989 «por glorificar regímenes criminales como el estalinismo… y porque su ideología totalitaria es contraria a los valores humanos y las tradiciones de la civilización europea y cristiana».
En Ecuador, fue expulsado de la vida pública y enjuiciado por corrupción, el expresidente Lenin Moreno.
En Estados Unidos, varios medios se auto expulsaron de las conferencias de prensa del Pentágono tras negarse a firmar nuevas reglas de difusión «que atentan» contra la Primera Enmienda constitucional, ratificada en 1791, que garantiza entre otras, las libertades de expresión y prensa.
Por eso, las conferencias de prensa del Pentágono se están pareciendo a las mañaneras de la presidenta Claudia Sheinbaum, donde son porristas y no periodistas, los que preguntan.
En cambio, luego de acusarlo de promover un «narcoestado», Trump indultó al expresidente de Honduras Juan Orlando Hernández, declarado culpable en junio de 2024 por un tribunal de Nueva York, que lo condenó a 45 años de cárcel por meter quinientas toneladas de cocaína a EU.
En España, el Partido Revolucionario Institucional (PRI) de México fue expulsado de la Internacional Socialista (IS), encabezada por el presidente Pedro Sánchez.
El PRI que gobernó en México por más de siete décadas y lo sigue haciendo con el nombre de Morena, jura que no fue expulsión; que decidió salirse, porque captó que la IS es «corrupta y antidemocrática».
La Democracia Cristiana chilena «congeló» la militancia del expresidente Eduardo Frei, por reunirse con el candidato derechista a la presidencia José Antonio Kast, en lugar de apoyar a la comunista Jeannette Jara.
Y el seguro triunfo de Kast en la segunda vuelta de este domingo 14, ha ocasionado la auto expulsión de miles de peruanos que vivían en Chile ilegalmente y temen las nuevas leyes migratorias que Kast prometió promulgará, luego de que en marzo tome posesión.
También en Chile, veintisiete chinos fueron expulsados del barrio comercial Meiggs, donde se dedicaban al secuestro y extorsión, traficar drogas, contrabandear y lavar dinero.
Y un carabinero que les daba pitazos sobre las acciones de la policía, fue expulsado de su organización.
La reaparición de López Obrador entre gallinas y pavorreales y sentado en una mecedora colocada sobre el pasto de su finca de Palenque, expulsó de las noticias principales al informe de Sheinbaum sobre su primer año de gobierno.
Y la realidad ha condenado a su Tren Maya. Como su costo ha sido ocultado «por seguridad nacional», no se sabe si nos salió cien o quinientas veces más caro de lo anunciado, pero es seguro que sobrepasó los quinientos mil millones de pesos y que parte se la embolsaron sus hijos y otros allegados.
Su construcción deforestó 11.482 hectáreas, causó daños irreversibles al sistema acuífero, a 130 cenotes, a fauna y flora; promovió la militarización de la zona y especulación inmobiliaria, conflictos entre pueblos y presencia de grupos criminales.
Y todo a lo tonto, porque ni siquiera da buen servicio.
Reportes del diario El País, informan de que en algunos tramos viaja vacío y en otros, lleva solo al cinco por ciento de los 3.200 pasajeros diarios proyectados.
No hay wifi, faltan cortinas para protegerse del sol, el aire acondicionado no siempre funciona, las estaciones quedan lejos de las poblaciones, y usar taxis caros es la única alternativa para poder llegar a ellas.
Criminales expulsaron de la vida y la salud a decenas de personas en Coahuayana, cuando hicieron explotar una camioneta.
Como el vehículo circuló por donde quiso con los explosivos cubiertos con racimos de plátanos, todo parece burla al Plan Michoacán; que implementó Sheinbaum, tras el reciente asesinato del alcalde de Uruapan por negarse a negociar con criminales; y que supuestamente impediría que los narcos se movilizaran y a sus afirmaciones, de que Michoacán estaba en paz.
Y nada me extrañaría que el Cártel de Acahuato, fuera pronto noticia parecida.
Hasta Basílica tiene este poblado cercano a Apatzingán, donde desde hace más de treinta años a ciencia y paciencia de gobernantes de todas las tendencias, narcos y lugareños dan públicas gracias en exvotos que cuelgan de sus paredes por la prosperidad llevada a la región, por «la santa yerbita buena».
Sheinbaum expulsó nuevamente a la verdad de sus dichos al declarar sobre su acto de este sábado 6, en el Zócalo capitalino: «No aceptaríamos una movilización pagada».
Sabe perfectamente, porque así lo ordenó, que los asistentes fueron acarreados y recompensados con recursos públicos.
Y que no llegaran a ese festejo los vándalos vestidos de negro que irrumpen en las manifestaciones de la oposición, prueba que es el gobierno el que ordena salir o replegarse.
