Tras varios estudios científicos en donde se ha relacionado el consumo del cannabis con los trastornos mentales, una investigación (Granadep) realizada por expertos de la Universidad de Granada (UGR), ha demostrado por primera vez, que el cannabis, es un factor de riesgo no solo para la esquizofrenia como antes se deducía, sino para el restos de los trastornos mentales que se desarrollan tras su consumo.
Este trabajo ha sido publicado en la revista americana Journal of Nervous and Mental Disease y ha sido desarrollado por profesionales de la Escuela Andaluza de Salud Pública y del Hospital Universitario San Cecilio de la misma ciudad andaluza.
Los trastornos mentales que han sido asociados al consumo habitual o durante muchos años de cannabis son la ansiedad (9 %), depresión (8 %), adicciones (2 %), psicosis (3.6 %) y trastornos de la personalidad múltiples, (9 %). El estudio Granadep, ha abordado también la identificación de factores de riesgo para el trastorno mental y ha encontrado que en todos los casos, lo que se padecía de base genética se ha precipitado con el consumo de cannabis.
Este estudio es el primero en demostra en una muestra poblacional y valorando el trastorno mental, que el riesgo es mucho mayor en personas con niveles de neuroticismo, inestabilidad emocional o cognitiva y les afecta a largo plazo en todo lo referido al aprendizaje, la memoria, la coordinación motora y la comprensión lectora. Otros factores de riesgo además de los diversos trastornos mentales son la adversidad social, la salud física deteriorada y enfermedades cognitivas precoces tales como el Alzhéimer.
El consumo regular de cannabis se asocia a una disminución del rendimiento intelectual especialmente en jóvenes que posteriormente sufrirán problemas de atención y memoria.
El hallazgo relaciona el consumo de marihuana con un deterioro general en los cinco dominios del funcionamiento neuropsicológico, que sigue siendo significativo incluso después de años de educación y el uso de otras drogas, como el alcohol. Reducir el consumo de cannabis no restaura el funcionamiento neuropsicológico entre los usuarios de cannabis de inicio adolescente, y creen que fumar marihuana en la adolescencia, cuando el cerebro está en proceso de desarrollo crítico, podría tener efectos neurotóxicos además de los descritos que harán que sea un paciente con un trastorno mental crónico de por vida.