Un estudio realizado en Estados Unidos acerca de la salud pública de los españoles en el que han trabajado 21 hospitales, centros de investigación y especialistas en adicciones, constata que las causas de muerte prematura y enfermedad se podrían prevenir con campañas sanitarias y políticas que ayudaran a cambiar la forma de vida en torno al tabaco, el alcohol y las drogas.
Las muertes prematuras por adicciones se han incrementado en el país y roban cerca de un millón de años de vida a los españoles cada año. Las enfermedades sociales que son toleradas por el entorno y que favorecen las adicciones desde los 12 o 13 años, hace que se hayan incrementado exponencialmente con respecto a hace una década. El acceso al tabaco, la valoración positiva de todas las celebraciones en torno al alcohol hace que muchas muertes tengan lugar varias décadas antes de lo previsto; no por enfermedad sino por las enfermedades causadas por las drogas.
El estudio de la carga global de las enfermedades que ha estado coordinado por el Instituto de métricas y evaluación de la salud de la universidad de Washington ha podido comprobar la salud global en todo el mundo. En España se han utilizado 1.600 fuentes de información en el que se valoran datos de la historia reciente de nuestro país en torno a los hábitos de vida poco saludables. Estas cifras no deben dejarnos indiferentes dado que el tabaquismo seguido de las drogas, la tensión alta, la obesidad, la diabetes, el colesterol, la baja actividad física, el sexo inseguro y el abuso sexual, estarían a la cabeza de las enfermedades prevenibles que son directamente producidas por esta forma de vida.
Cerca de medio millón de personas en un país de 47 millones de habitantes sufrieron una cardiopatía isquémica; otros demencias, accidentes cerebrovasculares y la enfermedad pulmonar obstructiva crónica, además del cáncer de pulmón directamente producida por el tabaquismo, fueron las siguientes en orden de causar la muerte. El consumo de alcohol y drogas, así como la presión arterial alta, además del índice de masa corporal elevado fueron los factores de riesgo directos además de las dietas inadecuadas con baja cantidad de fibra, elevadas grasas insaturadas, colesterol y azúcar las que produjeron enfermedades cardiovasculares.
Los autores del estudio consideran que se deben poner en marcha diversas políticas de control del tabaco así como otras intervenciones que regulen la forma de vida y los hábitos que condicionan la salud de muchas personas que les lleva necesariamente hacia la muerte en edades tempranas. La necesidad de un enfoque global y de género en las políticas de salud pública sobre la carga de las enfermedades prematuras y sus factores de riesgo mediante información y otras medidas necesarias, haría que determinadas patologías producidas directamente por el tabaco, la droga o el alcohol, no se llevaran vidas por delante; esas que hoy, se producen en España y son prevenibles.