La cineasta barcelonesa Elena Trapé (“Blog”) ganó con esta película la Biznaga de Plata a la mejor dirección en el último Festival de cine español de Málaga.
Olivia, Eloy, Guille y Clarice son cuatro amigos millenials que viajan un fin de semana a Berlín para dar una sorpresa a Comas (Miki Esparbé), compañero de universidad de todos ellos, por su 35 cumpleaños. Sin embargo, él no les recibe con mucho entusiasmo y poco a poco, en tan solo unas horas, el grupo se va desgranando en una exposición de las frustraciones y contradicciones de todos ellos: les dijeron que estudiaran una carrera para encontrar su lugar en la vida, hicieron posgrados y masters mientras llegaba su oportunidad, y ahora, que ya son adultos, están insatisfechos. Todos empiezan a cuestionarse el sentido de sus vidas y de la amistad que aparentemente les ha estado uniendo.
Esta película coral – interpretada por Alexandra Jiménez, Miki Esparbé, Isak Férriz, Bruno Sevilla y Maria Ribero– es un dejà vu. No hace demasiados meses asistimos al pase de una historia muy parecida, que también tenía como escenario Berlín, ciudad que se apreciaba tan poco como en ésta, y que también nos contaba de un grupo de catalanes, aunque creo recordar que aquellos eran más jóvenes, estudiantes, y quizá “eramus”.
Independientemente de que no es una ficción demasiado original, esta segunda película de Trapé tampoco es gran cosa. Las angustias de estos treintañeros no se diferencian gran cosa de las otras generaciones anteriores.