Como todo lo que tiene que ver con la divulgación va cambiando, la ciencia no se va a quedar atrás y también propone la digitalización de contenidos y compartir gratuitamente el conocimiento. Los precios de las revistas científicas cada vez se encarecen más y se ha pensado que la única forma de difundir resultados de manera eficaz es rompiendo con el modelo tradicional que solo es rentable para las editoriales académicas.
La acción que se va a procurar desde la unión en el consorcio CoAlition S de trece agencias europeas de financiación, es poner en práctica un nuevo plan de ciencia en abierto (Open Science) denominado PlanS, para que a partir de enero de 2020 los resultados de los proyectos financiados por las agencias citadas se publiquen en abierto y en plataformas de acceso de forma inmediata gratuitamente.
La iniciativa, instigada por Science Europe, así como por Robert Jan Smiths, exdirector general de investigación e innovación de la Comisión Europea, permitirá acceder al conocimiento generado por científicos de forma que pueda ser libre. Este plan no ha sido bien recibido sobre todo por determinadas asociaciones científicas europeas y hasta el 1 de febrero se están recogiendo comentarios para poder realizar una guía correcta de implementación.
Tras la declaración de Berlín sobre el libre acceso a la literatura científica es de recibo que exista este modelo que solo será posible si hay una masa crítica suficientemente fuerte como para revertir el modelo de negocio de las grandes editoriasles que hacía el pago por publicar, según ha comentado Pilar Rico, responsable de la unidad de acceso abierto de la Fundación Española para la Ciencia y Tecnología (FECYT).
A partir de ahora, el concepto de ciencia abierta va ir mucho más allá del acceso abierto a publicaciones o datos de investigación. “Es un cambio radical en la forma de hacer investigación y difundir los resultados, que combina un gran desarrollo tecnológico y un cambio cultural hacia la apertura y la colaboración, promoviendo una ciencia más eficiente, transparente y accesible. Es lógico en el mundo digital, pero no es fácil”, enfatiza Eva Méndez, que es chair de la Plataforma de Política de Ciencia Abierta.
La mayor barrera para la ciencia abierta es el sistema tradicional de incentivos que supone un sistema anacrónico ya que se basa en el factor de impacto de las revistas. La Comisión Europea está tratando de impulsar el acceso abierto desde hace años para que todos los resultados que se financien a través de los programas Marco para la Investigación y la Innovación se publiquen. En España, todas las convocatorias del Plan Estatal de I+D incluyen la obligación de publicar en acceso abierto y en muchas se menciona al gran repositorio nacional, Recolecta. Sin embargo, la Ley Española permite saltarse ese precepto, porque el último artículo de la Ley de la Ciencia indica que, si un investigador llega a otro acuerdo con la editorial, prevalece dicho pacto.
Además del gran desconocimiento sobre cómo divulgar en abierto, frena la falta de apoyo institucional y financiero, y el sistema de incentivos, promoción y desarrollo profesional. “Es necesario un cambio cultural por parte de los investigadores, de las instituciones y de los organismos de financiación, a favor de la ciencia abierta”, concluye la Policy Officer de la Comisión Europea, López de San Román.