La posible demolición de la casa natal del presidente argelino, Abdelaziz Bouteflika, en la ciudad marroquí de Uchda, a escasos veinte kilómetros de la frontera con Argelia, ha abierto la polémica.
El alcalde de la villa marroquí, Omar Hejira, ha desmentido que ya haya sido derribada como afirmaban algunos medios, lo que abrió una pequeña batalla de papel entre los dos países que mantienen su frontera común cerrada desde 1994.
Los comentarios y opiniones en redes sociales han servido para mantener la tensión desde finales del año 2018 cuando medios marroquíes afirmaban que la vivienda, ubicada en la entrada principal de la antigua medina de Uchda, y que estaba en estado de ruina, fue demolida y que el consulado argelino dio el visto bueno.
El alcalde lo ha desmentido. De momento el Ayuntamiento se ha puesto en contacto con una mujer que representa a la familia del presidente argelino para preparar todo el dossier y los aspectos legales a tener en cuenta para “proceder a la demolición”. No obstante, se admiten restricciones “legales y técnicas” ya que se encuentra ubicada en un área sensible como es la antigua medina.
El Ayuntamiento, que ya barajaba desde finales de septiembre de 2018 su derribo, se ampara en presiones vecinales ya que la casa se encuentra deshabitada, con habitaciones sin puertas, una palmera en el patio, convertida en un basurero y ocupada por personas sin techo añadiendo que es un peligro para los transeúntes.
Hejira aclaró además que el actual presidente argelino no forma parte de la propiedad, ni de los herederos de la vivienda. “Su nombre no está en el certificado de propiedad” sosteniendo que está a nombre de sus hermanos desde que accedió a la presidencia argelina.
Otro aspecto es que Marruecos permitió al estrambótico millonario opositor político a Bouteflika y residente en Francia, Rachid Nekkaz, visitar el lugar y hacer un video donde manifestó su intención de comprar la casa y querer convertirla en Museo, cuestión que lógicamente desagradó en Argel.
También conviene aclarar que la familia Bouteflika, además de la casa natal del presidente, cuenta con otras dos propiedades en Uchda, una en la calle Nedroma 6, y en la calle Moulay Ismail que tienen actualmente alquilada.
Por su parte, medios argelinos han desmentido que el consulado esté de acuerdo en su demolición y afirman que la familia estaba totalmente en contra de este hecho. Oficialmente, no se ha pronunciado la familia, ni las autoridades argelinas.
El asunto tiene unas claras connotaciones simbólicas y diplomáticas entre ambos países. De hecho, los ministerios de Asuntos Exteriores de los dos estados del Magreb siguen los acontecimientos y se considera extraoficialmente una cuestión de estado lo que pueda ocurrir.
Abdelaziz Bouteflika nació hace 81 años en Uchda cuando aún no se habían creado los actuales estados de Marruecos y Argelia, ni sus fronteras, y la zona estaba colonizada por Francia. Entonces, en 1937, en la ciudad había más personas de origen argelino que marroquí. El padre de Bouteflika, Ahmed, había dejado su localidad natal de Tlemcen por razones económicas.
Tras estudiar en la escuela primaria Sidi Ziane y graduarse en la escuela secundaria Omar Ibn Abdelaziz, a la edad de diecinueve años el joven Abdelaziz Bouteflika se unió a los maquis del Frente de Liberación Nacional (FLN) de Argelia que luchaban por la independencia. Los mayores de Uchda que conocieron al presidente argelino lo recuerdan como “un joven elegante, educado y encantador”.
Disputa futbolística entre ambos países
Los últimos incidentes entre ambos países han ocurrido, curiosamente, a través del fútbol. Ocurrió el pasado mes de diciembre por la eliminatoria de dieciseisavos de final de la Liga de Campeones –la Champions africana- de la Confederación Africana de Fútbol (CAF) que emparejó al actual campeón marroquí, Ittihad Riadi Tánger (IRT) con el equipo argelino de Juventud Deportiva de Saoura (JSS).
Los aficionados tangerinos no acudieron en el partido de ida a la localidad de Béchar por problemas de transporte. La localidad de 172 000 habitantes, aunque está a 80 kilómetros de la frontera de Marruecos, tiene una distancia de más de 1100 kilómetros desde Argel, por lo que no pudieron coger una combinación que los trasladara.
En el partido de vuelta disputado en Tánger, Marruecos como represalia dictó la prohibición de acceso a su territorio a un avión de Air Algerie que transportaba a los aficionados argelinos para ver el partido de vuelta.
El JS Saoura, conocidos como Las Águilas del Sahara, o verdes y amarillos –en referencia a su equipación- es el primer club del sur argelino en subir a la máxima categoría desde la temporada 2012-13. Aunque se fundó en 1968 se refundó en 2008.
Por cierto, que el equipo argelino fue el que ganó la eliminatoria.